Toni Servillo: "La izquierda no sabe mostrar su capacidad de resolver los problemas"
Nos sentamos para hablar con uno de los hombres del año, que vuelve a los cines con la sátira-dramática 'Viva la libertad'
Ese contemplativo personaje de Jep Gambardella paseándose solo por una divina y decadente Roma es sin duda un icono difícil de superar, sobre todo siendo 'La gran belleza' uno de las películas más premiadas del año, llevándose el Oscar a mejor película de habla no-inglesa. Pero Toni Servillo sigue trabajando más que nunca, paseándose ahora -y con doble propósito- por Madrid, no solo para presentar 'Viva la libertà' que se estrena mañana en nuestras salas, sino también por la obra de teatro que dirige y protagoniza hasta hace unos días en los Teatros del Canal de Madrid.
Cualquiera diría que el actor Toni Servillo, a sus 55 años, está en su mejor momento pero este embajador del cine italiano actual dice no preocuparse por ello. "No pienso en eso cuando me despierto por las mañanas. Cuando me subí al escenario con 'Voces en el interior' aquí en Madrid, sentía un fuerte latido en el corazón y las piernas me temblaban. Es la mejor manera para evitar que cualquier tipo de éxito no te convierta en idiota". Aún con esa humildad, reconoce el valor de los premios, o al menos el reconocimiento: "No recibir nunca un reconocimiento puede ser muy frustrante para uno que tiene talento porque te restringe tus posibilidades y tu libertad.... En ese sentido el reconocimiento es una motivación para seguir haciendo las cosas de la manera que uno piensa que lo debe hacer".
'Viva la libertad' se basa en la novela del mismo director, Roberto Andò, 'El trono vacío'. Se ambienta en el seno del (ficticio) principal partido de la oposición italiana, de centro-izquierda, se estrenó en ese país en febrero de 2013 días antes de sus últimas caóticas elecciones generales. Ahora se estrena en nuestro país el mismo fin de semana de las elecciones al Parlamento Europeo. La película retrata a dos hermanos gemelos Enrico Oliveri (Servillo), el líder de la oposición, que al sumergirse en una depresión desaparece por completo de la escena, ante la sorpresa de su asesor principal, Andrea Bottini (Valerio Mastandrea). La solución -muy- temporal que éste encuentra es que su hermano gemelo, un filósofo bipolar conocido bajo el seudónimo Giovanni Ernani, se haga pasar por Enrico mientras que éste decide reaparecer.
Suena a la premisa de una comedia delirante, pero 'Viva la libertà', aún con sus toques de humor, es una mirada seria a las emociones de sus personajes antagónicos. "Solo hubo 3 o 4 días que he tenido que interpretar a los dos personajes, pero en general lo hemos hecho por partes. El director me pidió que rodáramos todo lo de Ernani en una sola parte. Primero me pidió que interpretara a Ernani para que de su personalidad extrovertida pudiera salir la introversión de Enrico. Y, así, al interpretar los personajes por separado, podía pensar lo que podía añadir a la hora de interpretar al otro". Interpretar a los hermanos debió de ser un reto para Servillo, pero uno que ha agradecido: "Ojalá que todos los actores tuvieran la suerte de interpretar a estos gemelos porque es la manera, más que demostrar, de averiguar de verdad el talento que tiene uno".
¿Y se ha inspirado en algún personaje para crear su desequilibrado y bipolar Giovanni? "No, ninguno", responde tajante, "me he basado en el guion". Sin embargo, cuando preguntado si se ha basado en algún político conocido para crear su Enrico, suelta entre carcajadas, "¡tantos!".
En esto de interpretar a político Servillo ya tiene bastante experiencia. Inevitable es la comparación con 'Il divo', también de Paolo Sorrentino, en la cual Servillo interpretó a Giulio Andreotti, ex primer-ministro de Italia que durante toda la segunda mitad del siglo XX, desde 1946 estuvo en primera línea de la política italiana. También en 2012 interpretó al senador del partido del Popolo della Libertà ,Uliano Beffardi en 'Bella adormetata'. "No es que adore interpretar a políticos, sino que digamos que en el personaje de Uliano ha sido el que más he amado por aquello de narrar un conflicto interior entre lo que tiene que hacer el personaje y su propia convicción", un sentimiento que sin duda habrán vivido muchos gobernantes.
Tampoco es la primera vez que en Italia se retrata a la clase política, cosa que en nuestro país, con la excepción de algún telefilm sobre Suárez o el 23f, no se ha hecho, habiendo una ausencia total de cine que retrate los entresijos de la clase política, desde 'El diputado' de Eloy de la iglesia en 1979. En EEUU hay ejemplos cada año en la pequeña ('House of Cards'...) y gran pantalla (Los idus de marzo) y en Francia recientemente se estrenó la sátira 'Quai D'Orsay' ('Crónicas diplomáticas'). En cuanto a Italia, Servillo no ha dudado en resaltar esa capacidad del cine italiano de hablar de sus dirigentes. "Hay obras maestras de (Franco) Rossi, de Elio Petri, 'La clase obrera va al paraíso' con Gian María Volonté... Cuando rodamos 'Il divo' pensamos en 'Todo modo' de Elio Petri, que está basado en una novela de Leonardo Sciascia. Hay una gran tradición en Italia, un gran filón cinematográfico que habla de la clase política".
La cinta pone de relevo el problema del marketing que experimentan a veces los partidos, algo en general más asociado a la izquierda como explica el lingüista George Lakoff en sus escrituras (aquello de que la derecha controla el discurso mediático-político). En 'Viva la libertà' esto se explora a través de la facilidad que tiene el personaje desquilibrado de Ernani, sin experiencia en la política, de llegar y saber ganarse a los ciudadanos con un mensaje efectivo. "Sí, en esta película se marca muy bien el hecho de que la izquierda tiene la presunción de tener la capacidad extraordinaria de saber interpretar los problemas de las personas y de resolverlos pero que luego no sabe mostrar que lo sabe hacer. Como hombre de izquierdas, lamento esa incapacidad".
