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EL RELEVO DE LUIS DE GUINDOS

Los nombres que se barajan para el próximo cambio de Gobierno

En el PP todos esperan que Luis de Guindos salga para finales de año. Iñigo Fernández de Mesa y Román Escolano son los favoritos del ministro para sucederle y los populares creen que Rajoy lo tendrá en cuenta, igual que cuando Cañete recomendó a Isabel García Tejerina

El presidente del ICO, Román Escolano, durante la presentación del Anuario del Euro 2013.(EFE)

En las quinielas también se cuelan los nombres del ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo; el del jefe de la Oficina Económica de La Moncloa, Álvaro Nadal; y, por supuesto, el del titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, a quien le gustaría una vicepresidencia.

El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, durante su comparecencia de hoy en la Comisión de Economía en el Congreso de los Diputados para informar de la situación de la economía española.

El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, durante su comparecencia de hoy en la Comisión de Economía en el Congreso de los Diputados para informar de la situación de la economía española.

El relevo de Miguel Arias Cañete al frente del Ministerio de Agricultura ha sido todo un ejemplo del estilo de Mariano Rajoy. Ahora en el PP todos creen que el jefe del Ejecutivo evitará una crisis de Gobierno en toda regla y dicen que si tiene que afrontar un nuevo cambio, lo hará prácticamente igual.

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Los populares piensan que eso sucederá cuando Luis de Guindos se tenga que ir a presidir el Eurogrupo a finales de año. "Lo que ocurre es que no es tan fácil reemplazarle a él como a Cañete. Es la persona que nos está representando ante las instituciones europeas, la que ha evitado el rescate de España, la que tiene una agenda internacional, la que cuenta con los contactos, los teléfonos... Es difícil manejarse en ese terreno, no se puede poner a cualquiera", señala un ministro.

Por eso todo el mundo se ha puesto a pensar en su sucesor y hay dos nombres que suenan con mucha fuerza: Iñigo Fernández de Mesa, secretario general del Tesoro y Política Financiera, y Román Escolano, presidente del Instituto de Crédito Oficial. El primero era compañero del titular de Economía en Lehman Brothers España y Portugal. El segundo, era director de relaciones institucionales del BBVA desde el año 2006.

En el PP dan por hecho que estas son las dos personas que más cartas tienen porque son los favoritos de Luis de Guindos. Y piensan que si Rajoy tuvo en cuenta la recomendación que hizo Cañete, con Isabel García Tejerina, en este caso la historia volverá a repetirse y se decantará por uno de ellos.

Si siguiera el mismo patrón de Agricultura, algunos también ven a una mujer como Carmen Vela, la actual secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, poniéndose al frente. Pero todos los dirigentes consultados por la Cadena SER, creen que tiene que ser alguien con mayor peso y todo apunta a que el partido se disputará entre Fernández de Mesa y Escolano.

En cualquier caso todo esto ocurrirá si De Guindos se va. Es algo que tiene pelear Rajoy. Lo mismo que si quiere que Cañete se convierta en Comisario. Eso se decidirá entre octubre y noviembre. Después llegaría lo del Eurogrupo. Y si el número uno del PP para estas europeas lo logra, el plan es que sea Esteban González Pons quien se quede como portavoz popular en el Parlamento Europeo.

En las quinielas hay además otros nombres. Dicen que dentro del Gobierno se pelearían por el puesto de Economía, el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, y el director de la Oficina Económica de La Moncloa, Álvaro Nadal. Sin olvidar, por supuesto al titular de Hacienda, Cristóbal Montoro. Dentro de su formación son muchos los que piensan que lo que a él le gustaría es volver a unir carteras y encabezar una vicepresidencia económica. Pero es difícil que eso ocurra porque Rajoy rehúye esa figura topoderosa desde el primer día.

Lo cierto es que tras la elección del candidato europeo, en el PP y en el Gobierno están más tranquilos. Algunos cargos creen que hay que esperar a ver los resultados de las europeas pero están convencidos de que solo un batacazo tremendo obligaría a Rajoy a mover fichas, con el fin de ganar impulso de cara al resto de la legislatura.

Los que comparten con él los Consejos dicen que salvo hecatombe, Rajoy llegará a la convocatoria de las próximas elecciones generales con el mismo equipo, excepto por los cambios puntuales que se vea obligado a realizar. Él siempre ha dicho que no tiene intención de hacer grandes revoluciones y todo indica que, en este sentido, batirá un récord en democracia.

Para muchos conservadores, si no toca al Gobierno, tocará la estructura del partido. Para algunos, la historia de buscar sustituto a Pons, en la vicesecretaria de Estudios y Programas, puede acarrear otros movimientos. Además, en Génova, nada más afrontar el 25 de mayo, se tienen que poner a trabajar en las municipales y autonómicas. Hay quien destaca que los candidatos deberían estar cerrados ya para la vuelta del verano y augura muchos líos internos, sobre todo en Madrid.

Durante estos días, en el PP también se habla bastante de Javier Arenas. Con la marcha de Cañete, no ha metido la cabeza en La Moncloa. Y sus compañeros de filas lo ven cada vez más difícil. Siempre ha sido hombre de confianza de Rajoy y uno de sus mayores asesores. Pero algunos creen que su relación con Luis Bárcenas le ha perjudicado. Sin embargo son más los que resaltan que eso para Rajoy no es un inconveniente. Más bien creen que es muy difícil buscar un papel para una persona que ya lo fue todo con José María Aznar y no ven que tenga mucho sentido ponerle al frente de una cartera para tan solo unos meses.

Desde el propio Gobierno cuentan que hubo un momento en que la sensación era que iban a salir todos los ministros quemados o polémicos, como el de Educación, José Ignacio Wert o el del Interior, Jorge Fernández Díaz. También se decía que algunos de ellos habían pedido que les relevaran del cargo. Pero los que rodean a Rajoy, explican que eso es no conocer al presidente del Gobierno. Primero, porque cuantas más críticas recibe alguien, más lo blinda Rajoy. No le gusta nada recibir presiones. Y también hay que tener en cuenta que el jefe del Ejecutivo es de los que piensan que un trabajo lo debe empezar y acabar la misma persona.

Ahora los ministros, según cuentan ellos mismos, abordan el futuro con la idea de que solo les queda encarar la recta final y que el trabajo más difícil ya está hecho. Antes también se daba por hecho que alguno de ellos podría ser cabeza de lista en las convocatorias de 2015. Pero ahora, tras ver el método Rajoy con las europeas, no lo tienen ya tan claro. Han comprobado lo que le cuesta desvestir un santo, para vestir otro y opinan que si puede evitará repetir esa experiencia.

 
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