Las cinco claves del esperanzador podio de Fernando Alonso en China

El tercer puesto de Fernando Alonso en China no es, a priori, un resultado por el que Ferrari deba tirar cohetes. Pero el pobre rendimiento demostrado por los monoplazas rojos en las primeras carreras de esta temporada hace que el podio del español abra una puerta a la esperanza, sobre todo teniendo en cuenta que se basa en algunas mejoras que los aficionados de la escudería italiana llevaban mucho tiempo esperando.

Los campeones del mundo de Fórmula 1 no suelen celebrar las carreras en las que son segundos o terceros. Para hombres como Vettel, Hamilton o el propio Fernando Alonso, subirse al podio es algo habitual -el español lo ha hecho 96 veces a lo largo de su carrera- y casi una obligación. Pero cuando sus escuderías no encuentran la tecla y sus monoplazas se ven desbordados por los rivales hay veces que un tercer puesto es una buena señal.

Al menos eso es lo que esperan en Ferrari, que este domingo vio como Fernando Alonso regresaba al podio tras un inicio de temporada en el que tanto el monoplaza del español como el de Kimi Raikkonen jamás han estado entre los mejores. De hecho, hasta ahora Alonso solo ha podido ser cuarto en Australia y Malasia, mientas que su compañero no ha pasado de la séptima plaza lograda en la primera carrera del Mundial.

El español se subió al tercer puesto del cajón, que volvió a estar copado por los dos pilotos de Mercedes: Lewis Hamilton y Nico Rosberg. Como dijo Jaime Alguersuari este domingo en la SER, el dominio del equipo alemán lo convierte en el candidato único a los dos títulos -de pilotos y de escuderías-, pero al menos Ferrari ofrece algún signo de mejoría después de decepcionar en un inicio de campeonato tan pobre que ha terminado con la dimisión de su director deportivo Stefano Domencali.

Estos son los factores en los que se sustentó el podio de Fernando Alonso en China:

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La salida. Fernando Alonso no partía de una posición cómoda. Los dos Mercedes y los dos Red Bull estaban justo por delante de él. Pedro de la Rosa adelantaba en la retransmisión televisiva que Ferrari había estado trabajando a conciencia las salidas, un momento de la carrera que casi siempre ha sido propicio para el español pero que últimamente no le estaba dando alegrías. Los hechos demostraron que el trabajo sí podía dar frutos. El Ferrari demostró capacidad de reacción cuando se apagaron los semáforos y fue más rápido que el Mercedes de Rosberg y el Red Bull de Ricciardo antes de llegar a la primera curva.

El toque con Massa. La suerte también se alió con el piloto español en el toque que sufrió con su excompañero -hoy piloto de Williams- nada más lanzarse la carrera. Porque el brasileño, que partía desde la sexta plaza, pronto dio buena cuenta de Rosberg y buscó un hueco por el centro para adelantar a Ricciardo y Alonso. En ese momento, sin embargo, su rueda posterior izquierda tocó con otra rueda del español, lo que frenó su progresión y posteriormente demostró ser un problema mayor cuando le tocó entrar al 'pit lane' para cambiar sus neumáticos. El español tuvo más suerte, ya que salió airoso de un toque que, además, no tuvo consecuencias en su mecánica.

El adelantamiento a Vettel. Hacía mucho tiempo que Ferrari no le ganaba la mano a sus rivales con la estrategia. Este fin de semana, sin embargo, una buena decisión del equipo italiano le sirvió a Alonso para ganarle el tercer puesto al campeón Sebastian Vettel. Ocurrió en la vuelta 12, cuando el equipo y el español decidieron entrar a cambiar los neumáticos justo en el momento en el que los dos Red Bull parecían estar teniendo problemas con los suyos. El español regresó a la carrera con poco tráfico y pudo sacar el máximo a sus duros. Así, cuando Vettel, que hasta entonces era segundo, salió una vuelta después del 'pit lane' lo hizo justo por detrás del español.

El ritmo de carrera. Otra buena noticia para Ferrari es que el monoplaza de Alonso siempre gozó de un ritmo de carrera aceptable y aunque sus tiempos siempre fueron peores que los de los Mercedes, no tuvo grandes altibajos y se comportó mucho mejor que los Red Bull, sobre todo que el del ganador de los últimos cuatro mundiales, que en la segunda mitad de la carrera tuvo incluso que dejar pasar a su compañero Ricciardo.

La garantía de Fernando Alonso. Lo mejor para Ferrari es que sigue contando con uno de los pilotos más fiables del Mundial. Porque en el GP de China el español volvió a demostrarle a su equipo que es capaz de sacar un buen rendimiento a su monoplaza aunque ni el coche ni la escudería estén en su mejor momento. Para comprobarlo basta mirar los resultados obtenidos hasta ahora por su compañero, todo un superclase como Kimmi Raikkonen, campeón del mundo en 2007. El finlandés lleva toda la temporada al nivel de su escudería, es decir, en un rendimiento más que discreto. Fue séptimo en Australia, decimosegundo en Malasia, décimo en Baréin y octavo en China. Tiene solo 11 puntos frente a los 52 del español, una diferencia que no se da ni en Mercedes ni en Red Bull.

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