Copiar el hospital de Alzira amenaza con arruinar la sanidad de Lesoto
El proyecto para construir y gestionar un hospital privado, financiado por el Banco Mundial, ha consumido el 51% del presupuesto sanitario de Lesoto
El criticado "modelo Alzira" está consumiendo los escasos recursos sanitarios de uno de los países más precarios del sur de África. La "exportación" de este modelo público-privado español se convierte en peligrosa tendencia para varios países africanos según denuncia OXFAM. El "Queen Mamohato Memorial" de Lesotho es el primer hospital construido, financiado y gestionado por un partenariado público-privado (PPP) en un país de ingresos bajos en todo el mundo. Este pequeño y montañoso país , uno de los más pobres del mundo, ha copiado el modelo de privatización sanitaria que se puso en marcha en el Hospital de Alzira, en la Comunidad Valenciana.
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El resultado según denuncia la organización en un informe internacional no puede ser peor, está acabando con la sanidad de este pequeño país donde más del 57% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza, y donde la prevalencia del SIDA supera el 26% para las mujeres y 19% para los hombres, lo que lo convierte en el tercer país del mundo más castigado por el VIH.
La Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés) considera este hospital de Lesotho un "buque insignia" de la futura sanidad africana y está proporcionando asesoramiento para el desarrollo de proyectos similares en Benín y Nigeria pero según OXFAM "este nuevo hospital gestionado de forma privada y financiado por el brazo crediticio para el sector privado del Banco Mundial, amenaza con arruinar el presupuesto sanitario de uno de los países más pobres y con un menor índice de salud del mundo".
En el informe Un desvío peligroso publicado este lunes a nivel internacional, Oxfam y la asociación de consumidores Lesotho Consumer Protection Association (LCPA) denuncian que "los costes de gestión y los ligados al préstamo del complejo hospitalario de tan solo tres años de antigüedad y situado en la capital, Maseru, se han disparado hasta los 67 millones de dólares al año o, lo que es lo mismo, el 51% del presupuesto sanitario de Lesotho; tres veces más de lo que costaba el antiguo hospital al que ha sustituido".
"La gente aquí realmente nos necesita, pero en algunos casos es desgarrador cuando los mandamos al hospital en la ciudad y ellos nos dicen que ellos son incapaces de ir porque no pueden permitirse pagar si ni siquiera el transporte. Siempre me pregunto ¿sirvo a la gente que me motivó para trabajar aquí o estoy aquí solamente para mirarles como sufren y mueren?", se pregunta una enfermera de una zona rural.
En medio de un contexto de pobreza extrema, aun más acuciante en zonas rurales, Oxfam teme que el proyecto de este hospital de Lesoto "esté desviando recursos que deberían ir destinados a las personas más pobres, especialmente a aquellas en zonas rurales, y que pone a Lesoto en riesgo de sufrir un aumento de los costes aún mayor".
"Todo el mundo quiere que los ciudadanos y ciudadanas de Lesoto reciban una atención sanitaria de la mejor calidad. Desde Oxfam somos los primeros en celebrar el éxito del hospital salvando y curando a personas enfermas. Pero las cifras no cuadran", afirma José María Vera, director general de Oxfam Intermon. "La IFC está abriendo el sector sanitario a las empresas privadas y, si nos basamos en estas evidencias, se trata de un plan con fallos y sumamente peligroso. Resulta preocupante que la IFC haya apoyado una estrategia tan cara y arriesgada cuando se deberían haber estudiado con el Gobierno alternativas públicas más baratas", afirma Vera .
En Lesoto la esperanza de vida es de 50 años, cuando en 1990 era de 60, y la mortalidad materno-infantil va en aumento. "Es poco probable que las personas en situación de pobreza busquen atención sanitaria debido a los costes y a la distancia que deben recorrer para obtenerla. El nuevo hospital ha reducido la mortalidad materno-infantil en la capital un 10% pero, sin embargo, en las zonas rurales mueren cuatro veces más mujeres embarazadas que en la ciudad" señala el informe de 28 páginas lanzado a nivel internacional.
El papel que la IFC ha jugado prestando apoyo al nuevo hospital parece contradecir las propias indicaciones del Banco Mundial que aconsejaba que Lesoto diese prioridad a la sanidad y la nutrición en las zonas rurales, que aún carecen de importantes recursos. "Esto es una desviación peligrosa de los escasos fondos públicos de servicios de asistencia médica primarios en áreas rurales, donde tres cuartos de la población viven en la pobreza" denuncia la ONG.
"Nuestro Gobierno está destinando cada vez más dinero a la sanidad, pero no suficiente a las zonas rurales que es donde las personas más lo necesitan. Por el contrario, el dinero acaba en este hospital de alto nivel en la ciudad y en los bolsillos de entidades privadas, incluida una de las empresas del sector sanitario más grandes del mundo", subraya el director de LCPA, Lehlohonolo Chefa. "Se prometió a Lesotho una mejor atención sanitaria por el mismo dinero y esa promesa se ha incumplido".
"Otros países de África -y, de hecho, de todo el mundo- deben analizar detalladamente este experimento en Lesoto y tener cuidado de no cometer los mismos errores", advierte Lehlohonolo.
El problema que sufre Lesoto "no se debe simplemente a que sea un país pobre sino, más bien, a que este tipo de partenariados público-privados son de por sí costosos y precarios. En Australia se han dado dificultades e ineficiencias con este tipo de PPP y en un número significativo de casos los proyectos han vuelto a ser propiedad pública. El Gobierno de Japón ha incumplido muchos de sus acuerdos de PPP y el servicio nacional de salud de Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés) se está viendo obligado a recortar empleos y salarios debido a su incapacidad para hacer frente a una iniciativa de financiación privada. Sin embargo, países como Turquía, Malasia, Brasil, México, Sudáfrica, Chile y Perú están explorando la posibilidad de establecer partenariados público-privados" advierte OXFAM.
Partenariados público-privados españoles en África
"España el segundo país, tras el Reino Unido, con uso más intensivo de las alianzas público-privadas en el ámbito de la sanidad dentro de la Unión Europea. Los contratos de colaboración público-privada surgen con tanta fuerza debido al rápido incremento de los gastos sanitarios y a la presión que ejercen sobre los presupuestos públicos, dificultando determinadas inversiones", explica Paula Sampedro, investigadora de Oxfam Intermón.
El Hospital de Alzira, en la Comunidad Valenciana ,fue pionero en este tipo de alianzas, que también se han promovido en otras comunidades autónomas. "En la mayor parte de los casos, estos hospitales han sido el modelo a seguir y se han tomado como referencia tanto a nivel nacional como internacional. Concretamente, el hospital de Alzira en Valencia ha sido uno de los referentes en el diseño de modelos de privatización sanitaria como el que representa el Hopistal Queen Mamohato Memorial de Lesoto", señala el informe de la ONG.
La gestión privada en la Sanidad pública, a debate
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