30 años sin Kurt Cobain: la fragilidad del mito

En la mañana del 5 de abril de 1994 el fundador de Nirvana ponía fin a su vida. Las drogas, el dolor crónico de su cuerpo y su tristeza ante todo lo que le rodeaba le hicieron unirse al club de músicos muertos antes de cumplir los 30 años. Este viernes, se cumplen justamente tres décadas desde su fallecimiento.

"Necesito estar un poco anestesiado para recuperar el entusiasmo que tenía cuando era niño". Kurt Cobain vivía anestesiado a principios del año 1994. Anestesiado por los fármacos con los que trataba tanto sus dolores estomacales como por las drogas con las que intentaba lidiar con los fantasmas de su mente. El alcohol y los antidepresivos fueron mermando a Cobain año a año, disco a disco. Tanto que su mujer, la rockera Courtney Love, y su grupo de amigos más cercanos, entre los que estaba por ejemplo Michael Stripe, de R.E.M., temían lo que terminaría sucediendo el día 5 de abril de ese mismo año. Fueron espectadores de primera fila de la decadencia de un hombre incapaz de equilibrar su creatividad y sus adicciones.

La voz de la apatía y la marginación de los jóvenes estadounidense decidía poner fin a su vida, agobiado por la falta de pasión que notaba en el día a día y, sobre todo, encima de los escenarios. Triste e insatisfecho a pesar de tenerlo todo escribía Cobain en su último día. Incapaz de emocionarse por el aplauso del público. Rodeado de tabaco, de accesorios para el consumo de drogas, de unas gafas de sol y de la más absoluta soledad, el líder de Nirvana daba por hecho que su mujer y su hija vivirían mejor sin él. Poco antes, sin embargo, había declarado en varias entrevistas que se veía evolucionando con el paso de los años. A Cobain le divertía la idea de verse a sí mismo sentado en un porche tocando la guitarra. "Como Johnny Cash. No sería una broma, ¿por qué no?" le decía a 'Metal Express Radio' pocos meses antes de suicidarse.

La muerte de Cobain dio lugar al inicio del mito. Nirvana acabó desapareciendo, el "grunge" poco a poco se ha ido perdiendo en el olvido. Seattle apenas figura en el mapa musical de Estados Unidos. Pero más de veinte años después aún se recuerda al líder de un grupo que apenas pudo sacar tres discos de estudio y del que se han editado otros tres en directo. Red Hot Chili Peppers, Oasis, Pearl Jam o Guns and Roses le han rendido homenaje. Su nombre va unido además a la leyenda del 'Club de los 27', los músicos míticos que han fallecido a esa edad, de Jimi Hendrix a Jim Morrison o Janes Joplin. Y como todo mito, ha arrastrado consigo una leyenda. Diversas teorías conspirativas han puesto en entredicho la versión oficial del suicidio de Cobain. Teorías que apuntan a los enfrentamientos familiares y a un posible fin mucho más lúgubre. La primera de estas teorías la ha encabezado el propio investigador privado que Love contrató para seguir a Cobain por miedo a que hiciera alguna locura. No obstante, sus antiguos compañeros de Nirvana han tratado siempre de enterrar esas dudas. Durante el último cuarto de siglo han reafirmado cuanto dijo Cobain al final de su carta de despedida: "Es mejor arder que consumirse lentamente".