Ferraz impide al PSN presentar la moción de censura contra Barcina

La dirección federal del PSOE ha prohibido al Partido Socialista de Navarra (PSN) que presente la moción de censura contra la presidenta de Navarra, Yolanda Barcina, e incluso les impide que apoyen la iniciativa si la presenta otro grupo en el Parlamento foral. La decisión amenaza con abrir un conflicto con el PSN, dispuesto a forzar la marcha de Barcina y convencido de que este veto le dañará, pero Ferraz acordó a última hora del miércoles prohibir esa posibilidad, que no rehusó en un principio y que el PP hubiera aprovechado en la campaña de las europeas por el respaldo necesario de Bildu. El PSOE niega que hayan amenazado con expulsar a quien se salte la orden de la ejecutiva aunque un dirigente federal avisa: "Quien se lo salte, se meterá en un lío".

Tras quince días de tiras y afloja, la dirección del PSOE tomó una decisión que remitió a los medios en un comunicado. "La Comisión Ejecutiva Federal -se puede leer en el texto- ha acordado no formalizar la presentación de una moción de censura en el Parlamento navarro". La realidad es que el PSN quería presentarla y Ferraz, que aprobó al principio el plan de los socialistas navarros, se lo impide. Dice el comunicado que el PSOE llega a esta determinación "tras comprobar la imposibilidad de que esa iniciativa pueda salir adelante sin los votos de Bildu", aunque eso se sabía desde el primer momento: la moción de censura sólo podía prosperar con el concurso de los abertzales.

Lo que ha ocurrido, según el relato de Ferraz, es que amagaron con la censura para presionar a Barcina y convencerla de que debía dimitir, como de hecho le han pedido algunas voces dentro de la misma UPN. Pero Barcina no se va y el PSOE no quiere compartir foto con Bildu, consciente del uso electoral que le dará el PP. Hasta ahora, en Ferraz se repetía que PSOE y PSN "iban de la mano". Anoche ya reconocían que la decisión no se ha tomado de común acuerdo. "Se impone al PSN", admite un dirigente: "Lo hemos parado nosotros".

En el PSOE saben que esta decisión daña al PSN, que ejerce la oposición en Navarra -aunque fueron socios de Barcina al inicio de la legislatura y votaron su investidura- y que quería llegar hasta el final. Para ellos la censura no era una forma de presión política, sino la conclusión lógica tras una comisión de investigación que ha resuelto que hubo corrupción. Ferraz lo ve de otra manera: "Todo hace daño -admite un alto cargo socialista-. A ellos que no se presente la moción. A nosotros nos lo hacía presentarla. Al final hay que buscar lo que hace menos daño".

Los socialistas niegan que, en la negociación con el partido en Navarra, haya habido amenazas de expulsión o disolución si no cumple el mandato de Ferraz, pese a que reiteran que el acuerdo de la ejecutiva es claro: el comité regional que este jueves celebra el PSN no puede votar la posibilidad de una censura porque está descartada. "Si alguien se salta el acuerdo, se meterá en un lío", decía un socialista que reconoce que en la dirección no todas las voces eran partidarias de vetar la moción de censura. Sin embargo, esta posición, mayoritaria, es la que finalmente se ha impuesto.

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El comunicado de los socialistas concluye que la "única responsable de la situación de bloqueo e ingobernabilidad que vive Navarra es la presidenta" Barcina, que "acepta seguir siendo presidenta amparada por los votos de Bildu".