La adaptación estadounidense de la serie de TVE «Los misterios de Laura» va viento en popa. Tanto que el episodio piloto comenzará a grabarse en las propias semanas. Contrasta con la decadencia de la serie en su versión original española, incapaz de destacar en el prime time de los martes y con preocupantes datos de audiencia. Dos gigantes de la televisión norteamericana como NBC Universal y Warner Bros TV andan metidos de lleno y apuestan fuerte por su adaptación de «Los misterios de Laura». Con el guion del primer episodio escrito y el reparto escogido, el piloto de «Mysteries of Laura» -que así se llamará en su versión norteamericana- comenzará a grabarse en las próximas. La actriz Debra Messing («Will y Grace», «Smash») ha sido la elegida para emular a María Pujalte y da vida a la inspectora Laura Lebrel que allí se llamará Laura Diamond. Su compañero, en el papel de Martín (que aquí representa Oriol Tarrasón), será el actor Laz Alonso («Fast & Furious», «Avatar»). El guion de la adaptación está escrito por Jeff Rake, uno de los productores ejecutivos de la serie junto con Aaron Kaplan y Greg Berlanti. Estará dirigida por Joseph McGinty («The O.C.», «Chuck»). Nombres todos ellos de relativa importancia en el sector y que se muestran muy contentos e ilusionados con la andadura de este nuevo proyecto con adn español tal y como se puede comprobar en sus cuentas de Twitter. «Mysteries of Laura» mantendrá la misma estructura que la original: comedia, tramas policiacas autoconclusivas en cada capítulo y tramas familiares y personales de menor importancia que se desarrollan a lo largo de toda la temporada. Estará ambientada en la ciudad de Nueva York. Malos datos en España En nuestro país, después de una primera temporada bastante tímida en audiencia en la que tan sólo se emitieron 6 episodios entre julio y agosto de 2009, TVE decidió renovar la ficción de Boomerang TV tras promedia 2,2 millones de espectadores y un 16% de share. Unos datos que no le hubieran servido en una cadena privada como Antena 3 o Telecinco. La segunda entrega de la serie fue más vista. 3,1 millones de espectadores y un 16,6% promedió la ficción protagonizada por María Pujalte tras emitirse los 13 episodios de la segunda entrega, entre abril y julio de 2011. Inmediatamente se renovó por una tercera temporada con nuevas incorporaciones capitulares (Elena Ballesteros, Luisa Martín, Lydia Bosch, Mar Saura, Alicia Borrachero, Fernando Andina, Félix Gómez, Fiorella Faltoyano, Rubén Ochandiano...) más ambiciosa y que, sin embargo, fue directa a la nevera. Allí esperaron los 13 episodios 2 años para ser emitidos. Los problemas económicos de RTVE son la explicación. Así, la tercera temporada de «Los misterios de Laura» volvió el pasado 14 de enero. Se han emitido hasta la fecha siete episodios con una negativa trayectoria, siendo su mínimo el de este martes en el que no logró alcanzar la barrera de los dos millones y se quedó con un bajo share: Ep. 1 | 2.380.000 | 11,7% Ep. 2 | 2.654.000 | 13,5% Ep. 3 | 2.597.000 | 13,0% Ep. 4 | 2.237.000 | 10,7% Ep. 5 | 2.127.000 | 10,5% Ep. 6 | 2.613.000 | 12,7% Ep. 7 | 1.919.000 | 9,7% «Los misterios de Laura» no han sido rival para «Bienvenidos al Lolita» en Antena 3 ni, mucho menos, para «El Príncipe» que, desde su estreno aplastó a las dos series. Empeoramiento de la serie en la tercera temporada Una temporada, esta tercera, en la que sus tramas están desvariando en exceso. «Los misterios de Laura» nunca fue una gran serie, pero sí una ficción decente que se dejaba ver y que podría resultar atractiva para el espectador medio por varios motivos muy bien explotados. El primero de ellos es el personaje de la inspectora Laura Lebrel. Magníficamente concebido por Javier Holgado y Carlos Vila (creadores) y acertadamente interpretado por María Pujalte. De hecho, cuesta imaginar este personaje en otra piel que no sea la de Pujalte. Es un personaje singular, gracioso, que se gana al público. Una inspectora de policía cuarentona, separada, con dos niños gemelos muy traviesos, con una madre especialmente entrometida y cotilla. Esa vida personal la habrá de conciliar con su oficio de policía y sus espectaculares dotes deductivas que le llevarán a resolver casos de la manera menos ortodoxa. No es tanto una Sherlock Holmes a la española, sino un ama de casa y una madre con un olfato especial para detectar delincuentes. Otro aspecto a favor de esta serie son sus tramas autoconclusivas. Te mantiene en vilo, pero sólo durante el capítulo. Además, la estructura que emplea es sencilla y similar a la de otras series de investigación criminal («Colombo», «Luther»...): se inicia el episodio con un asesinato, comienza la investigación, se establecen varios sospechosos (todos ellos con sobradas razones para ser el asesino, pero con coartadas perfectas) y, finalmente, gracias a un golpe de suerte o astucia, Laura Lebrel consigue demostrar quién fue el asesino. Todo esto llevado a cabo de la manera más sencilla posible, para que cualquier espectador pueda seguir la evolución del caso. Los personajes se afanan en explicarse entre ellos las deducciones, la cámara enfoca y hace zoom a aquello que después resultará crucial en el desenlace del enigma de cada episodio y, por si quedan dudas, al final, Laura Lebrel siempre explica quién, cómo y por qué se cometió el asesinato. Este deseo de no querer excluir públicos es entendible dado que se emite en una cadena generalista y pública. Atractivo es también el hecho de ser comedia. No se trata de una sitcom al uso. No es el objetivo desternillarse, sino esbozar de vez en cuando alguna sonrisa que conjugue muy bien con el misterio del capítulo. Las interpretaciones, en general, del reparto son otro punto a favor de esta serie; así como el hecho de optar por buscar localizaciones exteriores en la mayoría de sus secuencias. El problema de esta tercera temporada -y sería el mismo aunque arrasase en audiencia- son las tramas. Por fortuna, los personajes no se han desnaturalizado ni han perdido su esencia, sin embargo, los casos policiales a tratar son de un bizarrismo que raya lo absurdo: tanto las deducciones empleadas en su resolución como el origen del delito. El deseo por sorprender al espectador, por convertir en asesino a quien nadie espera, terminan dejándonos unos capítulos incomprensibles e inverosímiles. Tampoco está acertando la serie en algunos de los actores escogidos para personajes capitulares. Especialmente bochornoso fue el nivel interpretativo exhibido por un grupo de jóvenes actores en el capítulo segundo de esta tercera temporada. Es muy poco probable que TVE se decida a encargar una cuarta temporada de «Los misterios de Laura» que parece haber agotado su modelo. Contrasta con el interés que está levantando el formato de la serie fuera de nuestro país, ya que a la adaptación norteamericana de la NBC se le suma la, ya grabada y lista para su emisión, adaptación rusa llevada a cabo por la productora Starmedia Film y que se emitirá en el canal ruso Channel 1 bajo el título «Mum Detective» («Mamá detective»).