Carpetazo definitivo de la Audiencia Nacional a la muerte de Oswaldo Payá

La Audiencia Nacional ha confirmado que no abrirá una investigación sobre la muerte del disidente cubano Oswaldo Payá, rechazando el recurso de la familia del fallecido contra la decisión del juez Velasco de no admitir a trámite la querella, y avalando de forma definitiva la condena que un tribunal cubano impuso al 'popular' Ángel Carromero por su responsabilidad en el accidente de tráfico. Para la sección segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia no hay razones para poner en tela de juicio la condena que un tribunal cubano impuso a Carromero, y señalan que la querella de la familia del disidente fallecido "ni resulta verosímil ni confronta con éxito lo declarado en una sentencia judicial firme".

La Audiencia Nacional ha confirmado que no abrirá una segunda investigación sobre la muerte del disidente cubano Oswaldo Payá, fallecido cuando viajaba en el vehículo que conducía el miembro del Partido Popular Ángel Carromero en Cuba en julio de 2012. La sección segunda de la Sala de lo Penal de este organismo judicial confirma la decisión del juez Eloy Velasco de no admitir a trámite la querella interpuesta por la familia del fallecido, en la que exigían la apertura de una nueva investigación de los hechos por parte de la justicia española, y avala definitivamente de esta manera la condena que un tribunal cubano impuso al dirigente de Nuevas Generaciones por su responsabilidad en la muerte de Payá.

Para la sala, que confirma la decisión del juez Velasco, no hay elementos "ni en el plano formal ni en el material" que permitan cuestionar el relato fáctico de la sentencia firme de un tribunal cubano que condenó a Ángel Carromero por homicidio imprudente, y cuya condena cumple en España. Para que la justicia española abriera una segunda investigación, requeriría "una base mínima de probabilidad, lo que desde luego está muy lejos de producirse en este caso".

Los jueces no dan credibilidad a las alegaciones de la familia de Payá, que atribuyeron su muerte a una persecución política y delitos de lesa humanidad. El auto de la sala dice a este respecto que "ni resulta en sí mismo verosímil ni viene acompañado de elementos que le doten del grado de credibilidad suficiente para poder confrontarse con un mínimo de éxito con lo declarado en una sentencia judicial dictada tras un juicio oral".