Crecen las críticas internas contra Cospedal
El entorno de la secretaria general del PP cree que Rajoy no cuestiona su labor
"Tenemos una secretaria general de media jornada pero necesitamos una a tiempo completo", señala alguno de los críticos. Los cercanos a Cospedal señalan, por el contrario, que ella se adapta a la manera de trabajar de Rajoy "a sus silencios y a sus tiempos" y que en un año muy complicado por el caso Bárcenas, la secretaria general ha actuado como "parapeto del partido".
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Dirigentes nacionales y regionales consultados por la Cadena SER creen que la designación del candidato para Andalucía supuso una auténtica desautorización del presidente Rajoy a María Dolores de Cospedal. Queda "muy tocada", señalan, y consideran que eso pone más difícil al partido el complicado calendario electoral que tiene por delante.
Las críticas hacia la secretaria general no son nuevas, aunque ahora mismo arrecian. Se repite el análisis sobre el escaso papel que está jugando ahora mismo el partido con frases como: "El partido no existe", "está desaparecido", "está muerto", "Génova no hace nada"...
De nuevo, se oyen las quejas de los que creen que no se puede compatibilizar la secretaria general del partido más votado de España con la presidencia de una comunidad autónoma. "Tenemos una secretaria general de media jornada pero necesitamos una a tiempo completo", señala un importante diputado que cree, además, que "falta estructura en Génova" para afrontar los procesos electorales y los líos internos.
Son varios los que aseguran que "el PP está peor que nunca" a pesar de su inmenso poder institucional. El reto inmediato son las elecciones europeas que el PP puede perder, según admiten algunos dirigentes... pero también las municipales y autonómicas y los conflictos internos en Andalucía, en Cataluña o en el Pais Vasco. Hay problemas serios con el ala derecha del partido. Hay pánico a perder la Comunidad Valenciana. Y queda pendiente la renovación de los liderazgos en Castilla y León, Murcia y quizá la Rioja... y, por si fuera poco, riesgo de lío a lo grande en el PP de Madrid.
El entorno de Cospedal confía en el respaldo de Rajoy
La respuesta que repiten sus colaboradores desde que se anunció el nombre de Juan Manuel Moreno para Andalucía es que "ella nunca ha tenido candidato" y que la designación "siempre ha estado en manos de Rajoy". Rechazan, por tanto, que fuera desautorizada. El entorno de Cospedal cree que el presidente no cuestiona su labor, y que prueba de ello es que la mantiene en el puesto desde 2008. Ella, nos dicen, se adapta a la manera de trabajar de Rajoy, "a sus silencios y a sus tiempos". Los cercanos a Cospedal subrayan que ha sido un año muy complicado, sobre todo por el asunto Bárcenas, y que ella "ha hecho de parapeto del partido", como es su obligación. Atribuyen este resurgir de las críticas a una campaña contra ella pero cuentan que no está especialmente preocupada.
Más allá de lo que explican desde su entorno más cercano, quienes la ven con frecuencia nos aseguran que Cospedal está "muy enfadada", que cree que la han "dejado tirada a los pies de los caballos", que es ella "la que se come los marrones" y que, encima, cuando se están elaborando proyectos tan conflictivos como el de la reforma del aborto, por los que ella tendrá luego que dar la cara, nadie le da ninguna información.
La mayoría cree que Rajoy no cambiará a Cospedal
Rajoy ha repetido mil veces que no le gusta cambiar de equipo. Así que esa gran mayoría de dirigentes críticos con Cospedal más bien expresa sus deseos, aunque con pocas esperanzas de que Rajoy vaya a hacer algo.
Está pendiente el nombre del candidato a las europeas, que llegará tras la primera semana de marzo. Está por ver si eso implica o no un cambio de Gobierno y si esa obligada decisión anima a Rajoy a hacer cambios más profundos.
Muchos especulan, incluso, con que en lugar de a Cañete nombre a López Istúriz como número uno para la lista europea, lo que le permitiría retrasar los cambios hasta septiembre cuando sí tendrá que mover fichas para ocupar algunos puestos europeos. En todo caso, son pocos los que confían en que el presidente se decida a acometer lo que creen que hace falta: una auténtica revolución en su Gobierno y en su partido.