En 'B&B' los taxis son blancos
La nueva serie de Telecinco no aporta nada novedoso en particular, pero se adapta bien a lo que la cadena necesita: una ficción familiar amable, sentimental e inocua
"No sé si tenéis un conflicto con nuestro ADN, con vivir al sur de Europa y os gustaría que los taxis fueran amarillos". Se soliviantaba Daniel Écija, productor ejecutivo de Globomedia, cuando en la presentación de su nueva serie para Telecinco, 'B&B, de boca en boca', más de un periodista le sugería que esta ficción era el mismo plato de siempre con ingredientes de sobra conocidos. Le incomodaba al mandamás de Globomedia que se opinase que la esencia de lo que encontramos en 'B&B' ya la hubiéramos hallado con anterioridad en otras series como 'Los Serrano'.
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Daniel Écija apelaba a que esos caóticos desayunos familiares en los que diferentes personajes van entrando y saliendo de la cocina, esas series plagadas de familias de renta media, de adolescentes en celo, de ricos malos y avariciosos y pobres entrañables... son parte de la seña de identidad de su productora porque son ficciones que reflejan nuestra cultura. Y, por tanto, si al personal le desencanta, el problema está en la cultura y no en la serie. La prensa, que idealiza a las series americana con sus taxis amarillos.
Pues sí, tiene razón Écija. En 'B&B' los taxis son blancos, con una franja roja en diagonal. 'B&B' es una serie estereotípicamente española y de Globomedia. Lo cual no es óbice para que pueda tratarse de una buena ficción; y en el caso en concreto de 'B&B', no es impedimento para que se trate de una serie que, por lo visto en su capítulo inicial, se deje ver y entretenga.
La nueva serie de Telecinco se adapta como un guante a lo que la cadena andaba buscando desde el final de 'Los Serrano' (lo intentó sin éxito con 'Frágiles' y con 'Familia', por ejemplo) y a lo que se le encargó a Globomedia: "Pedimos que desarrollaran una serie de personajes", ha comentado Manuel Villanueva, director general de contenidos de Mediaset España en este mismo acto. "Buscábamos una serie de corte familiar, de mucha relación de los personajes entre sí", especificaba.
Y así es 'B&B, de boca en boca'. Una ficción de tramas dramáticas simples que se van salpicando de personajes y situaciones que, en función de la exigencia del espectador, sacarán una leve sonrisa o una gran carcajada. Y, en función del paladar del espectador, quedará satisfecho o sentirá que puede cambiar de canal.
En ella hallamos personajes, no bien definidos ni maravillosamente creados, sino arquetipos fácilmente identificables y con los que el peso de su funcionamiento no recae en la pericia del creador; más bien en la del recreador; es decir, en la del actor. En 'B&B' nos vamos a encontrar personajes que llevamos viendo años y años en las series españolas: el jefe cabronazo y mujeriego, su niña mimada y rica que se encapricha del hijo de su criada; el ex que vuelve años después al que primero odian y luego se va forjando una tensión sexual que pide a gritos ser resuelta y que se resuelve dos capítulos después, el becario metepatas, bocazas y entusiasta; la secretaria de imponente físico que le pone ojitos al jefe; el gay con estilo y clase y sobreamanerado....
Todo estos tópicos personajes vistos una y mil veces en las familiares series españolas configuran los ingredientes del menú que encontraremos en 'B&B'. No obstante, su interrelación y los conflictos surgidos podrían convertirse en un rasgo distintivo y en motivo de innovación en este proyecto. Pero no.
La secretaria buenorra mantiene un affaire con el dueño de la revista (el núcleo es una revista de moda donde, de una manera u otra todos trabajan o guardan relación con ella), el becario bocazas se enamora de quien no debe y es coleguita del fotógrafo guay (tal cual ya vimos en Periodistas con el personaje de Pepón Nieto y el de Joel Joan, serie también de Globomedia) y la subdirectora (Belén Rueda) ve cómo el puesto de dirección al que aspiraba es ocupado por un fichaje, su ex (Gonzalo de Castro) con el que terminará pasando del odio al ¿amor?
Personajes arquetípicos interrelacionados como mil veces hemos visto interrelacionarse. Quedan pues dos factores que diferencia que, una ficción en la que se den estas premisas, pueda ser una decente serie como 'Los Serrano' o el colmo de la vulgaridad como 'Bienvenidos al Lolita': la interpretación y el ritmo.
Entre buenos actores y actores que están buenos
El elenco de actores de 'B&B' defiende bien su cometido, en muchos casos no demasiado exigente. Con el punto a su favor de que la productora ha creado a los actores bandera de la serie personajes en cuya alma ya habían habitado. Así, es inevitable al ver a Gonzalo de Castro no acordarse de su trabajo en 'Doctor Mateo', inevitable ver a Neus Sanz y no pensar en 'El Barco', contemplar a Luisa Martín de sirvienta y no acordarse de la Juani de 'Médico de familia'; como es imposible escuchar a Carlos Iglesias y que no te venga a la cabeza su Benito de 'Manos a la obra'... Lo positivo de todo esto: que los personajes que interpretan estos buenos actores en 'B&B' resultan creíbles y eficientes. Cumplen su misión y la cumplen bien. Meten al espectador en el capítulo en un chasquido de dedos.
La otra parte del reparto la componen los guapos y guapas. Actores y actrices semi-debutantes cuyo físico será bien explotado delante de las cámaras y que les cuesta hacerse con el personaje (desde la vocalización hasta la ausencia de entonación)... Quizá no terminen haciéndose nunca con él. En este punto, habría que sugerir al director de casting que evitase hacer las pruebas de selección de actores jóvenes solo con espejo.
Mención aparte merece el humorista Dani Rovira (es el becario metepatas y bocazas) que da el salto como actor y que, contrariamente a lo que suele suceder en estos casos, en 'B&B' se le ha dado un personaje tan ajustado a sus características que Dani se convierte en uno de los reclamos más frescos de la serie.
Y si con la interpretación 'B&B' no desentona, con el ritmo lo clava. Presenta un tempo narrativo los suficientemente equilibrado como para saborear y disfrutar de los puntos de comedia y como para dejar de sonreír en los momentos de mayor carga dramática. Es ese ritmo lo que posibilita que el espectador se acabe entreteniendo sin aburrirse... demasiado.
'B&B' se adapta excepcionalmente bien a lo que Telecinco buscaba y no encontraba. Es una serie de presupuesto medio cuya cercanía al éxito o el fracaso la marcará el acierto a la hora de ser programada y los rivales contra los que compita. De ahí que Telecinco, pese a haber anunciado que se estrenará el próximo lunes 17, no lo confirme al 100% y contemple la variación de esta fecha si Antena 3 coloca 'Galerías Velvet' en la noche de los lunes.
No hay, pues, demasiada novedad en esta ficción que se parece tanto a otras anteriores como pretensión tiene de diferenciarse. Funcione en parrilla o no, lo que sí tenemos claro es que, para tranquilidad de Écija y la productora, en 'B&B', los taxis siguen siendo blancos.