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Unicef denuncia violencia sin precedentes contra niños en la República Centroafricana

Una joven musulmana en un campamento para desplazados en Bangui(Reuters)

Al menos 133 menores han muerto o han sido mutilados en los últimos dos meses. La agencia de Naciones Unidas para la Infancia ha confirmado casos de decapitación y mutilación de niños de manera intencionada; hay niños heridos en fuego cruzado, a los que se han tenido que amputar extremidades debido a la inseguridad les impedía llegar a tiempo al hospital para recibir tratamiento

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UNICEF, la agencia de Naciones Unidas para la infancia, alerta, de nuevo, sobre las consecuencias de la violencia sectaria que, desde hace meses, sacude la República Centroafricana. UNICEF asegura que sus equipos en la región se encuentran horrorizados por la crueldad e impunidad con la que los niños están siendo mutilados y asesinados. Según la agencia de la ONU para la infancia, en las últimas semanas se han registrado niveles de violencia contra los niños sin precedentes durante los ataques sectarios y represalias, tanto por parte de los antibalaka (milicias cristianas) como por parte de los ex combatientes de los Séléka, grupos mayoritariamente musulmanes que auparon al poder al ex presidente Michel Djotodia.

"En los últimos dos meses ha habido al menos 133 niños que han muerto o han sido mutilados, y esto es inaceptable cuando hablamos de infancia" ha dicho a la Cadena SER Lorena Covas, responsable de Emergencias de UNICEF España. "Sólo en Boali, que está al noroeste de la capital, una de cada cuatro víctimas ha sido niños, con 22 muertos y 42 heridos. Lo que hacemos es un llamamiento a que los niños no puedan ser las víctimas de ningún conflicto y mucho menos sufrir este tipo de barbaridades", añade Covas.

UNICEF ha confirmado casos de decapitación y mutilación de niños de manera intencionada, y es consciente de que hay niños que han sido heridos en el fuego cruzado, a los que se les han tenido que amputar las extremidades debido a que la inseguridad le impedía llegar a tiempo al hospital para recibir tratamiento.

Si bien la violencia se produce en todos los grupos, en las últimas semanas está siendo la población musulmana el principal objetivo de los ataques, provocando evacuación de comunidades enteras y el incremento de niños no acompañados, separados de sus familias. Estos niños están particularmente en riesgo, subraya UNICEF.

Esta misma semana, y con motivo del Día Internacional contra la utilización de niños soldado, Unicef recordaba, además, que el número de menores que forman parte de los grupos armados en la República Centroafricana puede llegar a los 6000. "Estamos haciendo un gran trabajo para apartarles de los grupos armados", señala Lorena Covas. "No sólo a raiz del conflicto, sino que antes ya estabamos trabajando en este tema porque los niños que luchan en algún grupo armado al final son obligados a perder su infancia, a cometer atrocidades, a ver violencia todo el rato, y esto no sólo les afecta a ellos hoy sino que afecta al futuro de estos niños, cómo van crecer y a convivir con una sociedad cuando han vivido en este entorno".

Las graves violaciones contra los niños deben ser investigadas, juzgadas y penadas por ley, señala las agencia de Naciones Unidas para la infancia, que, además, hace un llamamiento al gobierno, líderes de la sociedad civil y religiosa que cuentan con la confianza de sus comunidades para que ayuden a poner fin a esta violencia y para trabajar juntos hacia la reconciliación.

UNICEF añade que los grupos armados y las milicias deben ser desarmados inmediatamente, la asistencia humanitaria imparcial debe llegar a los niños en mayor riesgo y las fuerzas nacionales, de la Unión Africana y las tropas francesas deben restablecer la seguridad para que las familias puedan regresar a sus hogares. El gobierno de transición, la sociedad civil, religiosa y las organizaciones de jóvenes tienes que trabajar junto para inclinar la balanza del miedo hacia la reconciliación , concluye.

Médicos Sin Fronteras denuncia cercos de grupos anti-bakala a musulmanes

Médicos Sin Fronteras ha denunciado a través de un comunicado que cerca de 1.000 personas (en su mayoría musulmanas) se encuentran atrapadas y amenzadas por las milicias de autodefensa anti-bakala (milicias cristianas) en Carnot, en el suroeste de la República Centroafricana, donde la organización opera desde 2010. MSF ha incidido en la violencia y las atrocidades que se llevan a cabo sobre la población a la que se encuentra prestando asistencia.

 
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