Irlanda desafía el trono de Gales

Con una delantera a pleno rendimiento y la patada de Sexton como verdugo, Irlanda se impuso a la favorita Gales en el Aviva Stadium y se posiciona como primera candidata al Seis Naciones | El especial del Seis Naciones

Los dos equipos se presentaban en Dublín conscientes de que, junto con Inglaterra, eran las principales bazas para llevarse el torneo. El 'XV de la rosa' cayó en 'Le Crunch' y se descolgó un poco de la pelea. La batalla entre irlandeses y galeses se antojaba crucial de cara al futuro. Con esa idea entre ceja y ceja saltaron los locales, dispuestos a pactar un partido duro, rugoso, de delanteras. Aunque el primer tackle del partido se lo llevó el ídolo local Brian O'Driscoll. Un golpe salvaje del centro galés Scott Williams, que podría haber echado abajo un edificio y que obligó a visitar el banco, lesionado, al propio Williams.

Una línea imaginaria partió el frente de ataque en dos. Un campo de batalla en forma de trinchera, donde los irish se desenvolvieron a las mil maravillas. La tercera línea de Gales, a priori mejor, era incapaz de contrarrestar el empuje de los tanques irlandeses con el capitán Paul O'Connell a la cabeza. Warburton y Faletau miraban al resto de delanteros galeses buscando un golpe de efecto que no llegó. Irlanda estaba recordando el juego mostrado hace un mes contra los All Blacks, el mismo que les puede llevar a la senda del triunfo.

La superioridad 'verde' se fue plasmando en golpes de castigo concedidos a la pierna de Jonny Sexton, que no titubeó. El apertura irlandés cosió a patadas la madeja de su equipo, instalando un 6-0 inicial que antes del descanso se duplicó con un ensayo de Henry. El '10' del trébol anotó la conversión y definió la diferencia entre ambos equipos: Sexton había sido el amo y señor del partido, con patadas profundas a la línea de 'touche' y Priestland todavía no había comparecido en el Aviva.

La segunda parte siguió con el guion de su predecesora. Con los dragones sufriendo ante el empuje del pack de 8 irlandés, que chocaba y llegaba siempre antes a los rucks. Un sinvivir para Warren Gartland que veía desde la grada como sus pupilos concedían otro penalti. 16-0: un mundo. Los siguientes minutos decantarían el desenlace del partido. Gales, sin nada que perder, se lanzó en tromba hacia la 22 irlandesa con más pundonor que táctica. Una y otra vez, la primera línea visitante chocó contra el muro de Best, Ross y Toner. O'Connell sonreía y aplaudía el trabajo de sus 'gordos' justo antes de ser sustituido entre el reconocimiento común de toda la grada.

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El trabajo principal ya se había hecho. La superioridad galesa sobre el papel en las melés y mauls se había tornado en decepción. Los galeses perdían todas las formaciones ante el empuje local. Halfpenny, el zaguero galés, recortó tres puntos que apenas se notaron con la respuesta instantánea de Sexton (19-3). El jugador encargado de hacer olvidar al retirado Ronan O'Gara, y que ya juega como un veterano.

El final del partido transcurrió entre los últimos coletazos de los Red Dragons, que nunca consiguieron encontrar una rendija por donde colarse. Para colmo los tres cuartos irlandeses honraron el trabajo excepcional de su delantera, con un ensayo final de Jackson que redondeó la machada. Peter O'Mahony, flanker irlandés, fue nombrado jugador del partido. Un jugador anónimo dentro del enorme trabajo de todo el grupo pero que refleja a la perfección el resumen del partido.

Repaso monumental de Irlanda al ganador de los dos últimos Seis Naciones. Gales se despide de su propósito del Gran Slam y deja el puesto de candidato número uno al título a los invictos 'tréboles'.

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