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Condena millonaria a Ferrovial por construir una promoción de casas en mal estado

Un juzgado le impone una indemnización de 7 millones de euros por más de 200 viviendas en Madrid cuya construcción, según el juez, "deja mucho que desear"

Fotografía de las viviendas por las que Ferrovial tendrá que pagar una indemnización de 7 millones de euros.(A.P)

Un juzgado ha condenado a la constructora Ferrovial a pagar 7 millones de euros en indemnizaciones a los compradores de más de 200 viviendas en Madrid que fueron construidas de forma deficiente, con serios problemas de ruidos y olores, y que según los peritos "es casi como una comuna, todos huelen los que hacen los demás y se oyen los unos a los otros". El juez condena a Ferrovial, que finalmente delegó la construcción en otra inmobiliaria, a pagar por las reparaciones que tengan que hacerse, así como por daños morales y la instalación de las cocinas que figuraban en los folletos y no las de menor calidad que se terminaron instalando por los constructores.

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Ferrovial ofertó esta promoción de pisos como viviendas de semi-lujo, pero cuando los inquilinos ocuparon los más de 200 inmuebles se encontraron con que podían oler y escuchar todo lo que sucedía en casa de sus vecinos. Una construcción deficiente por parte de Habitat, la inmobiliaria en la que finalmente se delegó el proyecto, que dejó sin sellar los falsos techos y que instaló cocinas de una calidad mucho menor de las que figuraban en el contrato. El resultado: los vecinos de esta urbanización del barrio madrileño de Sanchinarro convivían con los olores de sus vecinos, y escuchaban a la perfección todo lo que sucedía en los pisos cercanos.

Ahora un juzgado de Madrid ha condenado a Ferrovial a pagar 7 millones de euros a los afectados, destinados tanto a la reparación de estos desperfectos como para la instalación de las cocinas de marca Forlady que ofertaba la promoción cuya construcción, según el juez, "deja mucho que desear". Una cantidad en la que también se incluye una indemnización por daños morales a los inquilinos, y a la que habrá que añadir todos aquellos gastos que se deriven de tener que abandonar los domicilios durante las obras y en caso de tener que contratar arquitectos o aparejadores para llevar a cabo las reparaciones.

Un pleito ganado por el despacho de abogado Cándido Martín Pérez-Cejuela, quien en declaraciones a la SER asegura que para los vecinos era "irritante" estar viviendo allí, afirmando igualmente que "habría sido muy fácil hacerlo bien durante la construcción, pero al no ejecutarlo bien ahora los vecinos se encuentran con una situación de sufrimiento contínuo".

"Es casi como una comuna: todos huelen lo que hacen los demás"

La sentencia del juzgado de primera instancia nº 73 de Madrid a la que ha tenido acceso la Cadena SER recoge el testimonio prestado por diversos peritos en el juicio. Uno de ellos, después de describir las deficiencias en la construcción, define la promoción como "casi una comuna en la que todos huelen lo que hacen los demás y se oyen los unos a los otros". Un dictamen pericial que lleva al juez a concluir que, en este caso, "existieron defectos de ejecución que han redundado en vicios ruinógenos y otros de menor entidad": una mala finalización de los falsos techos, aunque realizada con materiales correctos, que derivó en estos perjuicios para muchos de los inquilinos.

Mejor dar el dinero a los afectados por la pérdida de confianza en la constructora

"La realidad viene demostrando que la parte que es condenada a reparar una obra que ejecutó mal, muchas veces lo vuelve a ejecutar deficientemente y los actores se ven abocados a pedir la ejecución de terceros". Con este argumento, el juez considera más útil que las empresas indemnicen a los afectados, y que sean ellos los que destinen ese dinero a la reparación de la obra, ya que según explica la sentencia "es más eficaz la condena pecuniaria para la reparación, lo que permite al demandante organizar la reparación con aquellos que le ofrecen confianza.

Se da la circunstancia que, en el momento de exigir responsabilidades, la inmobiliaria que finalmente había construido la promoción, Habitat, había entrado en un concurso de acreedores con una de las mayores suspensiones de pagos de la historia del sector inmobiliario español, una situación de la que finalmente salió en abril de 2010.

Peritos "escasamente objetivos"

Durante el proceso judicial, diversos peritos declararon ante el magistrado para exponer sus estudios sobre el edificio y las posibles causas y soluciones sobre el asunto. A este respecto, el juez destaca que tuvo que desestimar el testimonio de dos de los peritos propuestos por la parte demandada, ya que según refleja la sentencia "se evidenció una posición escasamente objetiva y muy parcial en la defensa de los intereses de la parte que le encargó el dictamen".

 
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