Menos paro, pero mucho menos empleo

2013 se cierra en negativo para el mercado laboral español: ha caído el paro respecto a 2012, pero no porque los desempleados estén encontrado trabajo, sino porque se retiran del mercado laboral y porque salen del país. Es la conclusión que se desprende de los datos de laEncuesta de Población Activa (EPA) del último trimestre del año: en el conjunto de 2013 el paro se redujo en 69.000 personas, pero el empleo cayó mucho más: 198.900. Además, los empleos que quedan son cada vez más precarios (gana terreno la temporalidad y el tiempo parcial, y lo pierde el empleo indefinido y a jornada completa) y aumenta el número de parados en la situación más difícil, el desempleo de larga duración.

Los datos de la EPA señalan que 2013 se cerró con 5.896.300 desempleados (69.000 menos que a finales de 2012) y con 16.758.200 ocupados (198.900 menos que un año antes). Una diferencia que muestra que está retrocediendo la población activa: la que está en edad de trabajar y quiere hacerlo, que incluye a ocupados y parados. Y si el empleo retrocede más que el paro, se pone de manifiesto que -en términos globales- los parados no están consiguiendo trabajo, sino retirándose del mercado laboral (pasan a ser contabilizados así como inactivos) o saliendo del país.

Las cifras muestran que los extranjeros están optando por salir del país: la población extranjera ha caído en 2013 en 163.000 personas, y los activos extranjeros en 168.500, lo que indica que la mayoría de los que no encuentran oportunidades laborales salen de España. En el caso de los españoles, la caída en el número de activos (-99.400) parece repartirse a partes iguales entre los que se van del país y los que se retiran del mercado laboral: la población española bajó en 48.300 personas en 2013, y la población inactiva aumentó en 51.100. Este comportamiento de la población activa propicia que, a pesar de la caída del desempleo, la tasa de paro repunte: se situó al final de 2013 en el 26,03%, una centésima más que un año antes, y cinco más que el trimestre anterior.

Empleo de peor calidad

En 2013 no sólo cayó el empleo, sino que el que hay se ha hecho más precario. El año se ha cerrado con más personas trabajando con contratos temporales (81.300 más) y a tiempo parcial (140.400 más), mientras que disminuyen (y además, mucho más de lo que suben los anteriores) los empleos indefinidos (-269.500) y a jornada completa (-339.300). Una deriva que denuncian los sindicatos: "más precariedad en el empleo, más parcialidad; personas que trabajan menos horas de las que quieren y personas trabajando en puestos de trabajo de inferior cualificación a la que tienen", resumía Toni Ferrer, Secretario de Acción Sindical de UGT.

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Ninguna de las grandes categorías del empleo se ha librado en 2013 de la destrucción de ocupación: el trabajo asalariado cae (-188.200) pero también el trabajo por cuenta propia. Especialmente destacable resulta el retroceso entre los autónomos, un colectivo que ha vivido la primera caída del empleo en términos interanuales (-1.700) desde 2011. Sebastián Reyna, Secretario General de la organización de autónomos UPTA, "parece que muchos autónomos, a final de año, han decidido que los resultados de la navidad no son suficientes como para continuar su actividad en el comienzo de 2014. Yo diría que son unos resultados de atonía en el sector, y por lo tanto de desconfianza en la evolución de la situación económica", aseguraba.

En todo caso, proporcionalmente, el empleo público ha sido el más castigado en 2013: el 60% de los 198.900 empleos destruidos en 2013 estaba en el sector público. "Hemos retrocedido a niveles de empleo del año 2004, de hace 10 años", se lamentaba Eliseo Moreno, Secretario de Acción Sindical del sindicato de funcionarios CSIF. Por sectores, el dato de la EPA del último trimestre de 2013 marca un hito en la construcción: el empleo en el sector baja hasta los 978.400; es la primera vez desde 1988 en que el empleo en la construcción cae por debajo del millón de personas.

Los parados, en una situación más difícil

Aunque haya menos parados, las personas que siguen en desempleo están en una situación cada vez más difícil. El número de parados de larga duración, los que llevan un año o más buscando trabajo sin conseguirlo, ha superado ya los tres millones y medio, y suponen por tanto más del 60% del total de desempleados. Además, en el último trimestre del año volvió a repuntar el número de hogares en el que todos sus miembros activos están en desempleo: suman 1.832.300, prácticamente los mismos que a finales de 2012.