Lori Meyers, sobre Lory Money: "Todo lo que da YouTube es muy rocambolesco"

En marzo publicaron su último disco, Impronta, desde entonces Lori Meyers no ha parado de dar conciertos por todo el país. Aseguran que no están cansados y que no han hecho todavía todo lo que quieren con este disco pero reconocen que "ha subido bastante el nivel respecto al disco anterior, Cuando el destino nos alcance". Tanto es así que hasta sus vecinos se sorprenden porque este año apenas han pasado por casa: "Cuando llegamos nos dicen, "Tate, sí que estás trabajando...", así que hay que estar contento, sí", dicen entre risas. Durante la entrevista suenan algunas canciones de grupos tan distintos como Los Planetas, Triana y... Lory Money, todo un fenómeno viral con el que coinciden en parte de su nombre. (Ver vídeo de la parte superior)

El último disco de Lori Meyers es un auténtico drama amoroso. Pero un drama de los buenos, de los que todo el mundo tiene que pasar y de los que se sale más fuerte. Los músicos lo tienen más fácil que el común de los mortales porque su catarsis se traduce normalmente en un buen disco. Un disco como Impronta. Pero, a pesar de que su último trabajo no es precisamente alegre, los conciertos de Lori Meyers siguen siendo una fiesta y frases como "hay cosas que quisiera borrar, no haber dicho tantas tonterías", "el tiempo pasará y no recuperaré, las horas y los días que me has hecho perder" o "sigo aún borracho perdido pero me atrevo a contarte que yo no puedo ser tu amigo" pierden ese dramatismo cuando las canta una sala llena.

Porque, sí, Lori Meyers llena sus conciertos. Esta semana tocarán tres días seguidos en la sala La Riviera de Madrid -los días 20, 21 y 22 de diciembre- y ya sólo quedan entradas para la última fecha. Están seguros de que hay gente que incluso repetirá pero aseguran que, si hay gente que solo va una vez, harán lo posible para que "no crean que se pueden haber perdido algo especial el día anterior". Los dos primeros días les acompañarán dos bandas amigas de Granada, Bisagra y Pájaro Jack, y de momento prefieren guardarse las sorpresas para el domingo y para su último concierto del año, el del próximo 27 de diciembre en la sala Razzmatazz de Barcelona.

Noni, el vocalista del grupo, duda mucho de que fuera a ver tres días seguidos a una misma banda y recuerda que en una ocasión se fue en mitad de un concierto de Bob Dylan: "Empezó a tocar las canciones de rhythm and blues y se puso en una esquina y no lo veíamos así que dijimos, "bueno, vámonos a la barra". Además, como les ocurre a muchos músicos, reconocen que cuando van a un concierto les cuesta mucho estar en el lugar del público: "Pensamos en otro tipo de cosas, que si ese cuadro de luces, ese sonido, ese ampli... se pierde esa inocencia de ir a un concierto a flipar y, como nosotros tenemos bastantes conciertos, llega un momento que, si hay una buena peli en casa, dices, creo que hoy no voy a estar de concierto porque no es el mío", bromean.

El título de su último trabajo, Impronta, es toda una declaración de intenciones: "Lo que se intenta es que tu disco deje su huella en quien lo escucha", afirma Alejandro, guitarrista del grupo, a lo que Noni añade: "Al final, si queremos que nos recuerden por algo o si alguna vez saliéramos en algún libro de música del rock español, nos conformaríamos con una frase que dijera "un grupo que intentaba hacer canciones buenas".

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