"Terminaremos lo que empezó"

El funeral por Mandela se celebrará el 15 de diciembre en Qunu (sureste del país), la localidad donde vivió su infancia. Previamente, el 10 de diciembre, tendrá lugar en el FNB Stadium (antes conocido como Soccer City) de Soweto (Johannesburgo) un oficio religioso por el expresidente.

Es imposible estar estos días en Johannesburgo y evitar la imagen, el recuerdo o las palabras de Nelson Mandela. En el puesto de aduana del aeropuerto el ordenador tiene un protector de pantalla con el rostro de Madiba y la fecha de su muerte. Las televisiones emiten sin parar documentales sobre el líder que combatió el apartheid, o dan información en directo sobre los homenajes a su figura. Las radios musicales intercalan entre canción y canción el mensaje de "Descanse en Paz". En las autopistas hay colocados carteles con su imagen y el lema "Larga vida a Madiba y larga vida al Congreso Nacional Africano". Hasta en el hotel han colgado su imagen, junto a una mesita en la que puedes encender una vela en su honor o firmar en la pared con alguna dedicatoria.

Pero hay un lugar en el que estos días los homenajes están teniendo un valor especial: la casa en la que Mandela vivió antes de ir a la cárcel, en el emblemático barrio de Soweto. Cuesta llegar porque son miles las personas que quieren pasar por allí y se forman constantes atascos en las calles de alrededor. Se han organizado grupos para ayudar a encontrar aparcamiento y algunos coches policiales patrullan la zona para tratar de ordenar el tráfico en los alrededores.

En la calle donde está la casa de Mandela la actividad es constante: un grupo de unas 100 personas la recorre arriba y abajo entre bailes y cánticos contra el apartheid. A un lado y otro, se acumulan las cámaras de televisión; los puestos de souvenirs, camisetas y artesanía local; dos o tres restaurantes, uno de los cuales se llama "Familia Mandela", en los que cuesta encontrar mesa; grupos de colegiales de uniforme preparando su número como quien fuera a dar la actuación de sus vidas... En una esquina representantes del Congreso Nacional Africano comienzan a preparar un pequeño escenario mientras alrededor, los comentarios se repiten.

"Fue un libertador", "No estaríamos aquí si no llega a ser por él", "Es nuestro padre", "Hizo muchos cambios, nos dio todo lo que necesitábamos para crecer", concluye emocionada Berta que votó por primera vez cuando Mandela se presentó a la elección presidencial tras salir de esta misma calle y pasar 27 años en prisión. Ni siquiera cuando se le pregunta por aquí por el futuro de Sudáfrica tras Mandela baja el entusiasmo: "Él ganó su carrera, ahora nos toca a nosotros terminarla. Y lo haremos....".

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