A vueltas con la nueva norma de los productos y jamones ibéricos
La ley que regulará los productos con denominación de origen ibérico esta a punto de promulgarse. La intención es que acabe con los fraudes a los consumidores
Los representantes del sector revelan que más del 90% del jamón etiquetado como ibérico, realmente no lo es. Desconfían de que la nueva norma vaya a solucionar el problema e invitan a que los consumidores sigan denunciando los intentos de fraude.
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En el programa de este domingo, Ser Consumidor ha denunciado que el etiquetado defectuoso, engañoso, incluso fraudulento, sigue en algunos establecimientos con diferentes jamones. Desde jamones de "recebo decampo", o "jamón de bellota etiqueta negra", que no existen, hasta cartelerías varias en algunos centros con denominaciones inventadas, manipulación en los etiquetados para vender como "puros" de bellota jamones que no lo son, jamones sin certificadora oficial, y otros con dos certificadoras y dos registros sanitarios... Hasta alguno que recomienda en su etiqueta "conservar entre 0 y 5º" o un jamón "semi-ibérico". Sin olvidar precios "sospechosamente" bajos para el productos que supuestamente nos venden...
Para hablar de estas deficiencias y si la nueva norma del ibérico acabará con esta situación, en el programa han intervenido dos expertos: Agustín González Sánchez, presidente del grupo de trabajo del porcino ibérico de Faeca, Federación Andaluza de Empresas Cooperativas Agrarias y Álvaro Rivas, director técnico de la Denominación de Origen Dehesa de Extremadura. Ambos coinciden en que en torno al 90% del jamón vendido como ibérico realmente no lo es y la mayoría de la población lo desconoce. Es decir, solo entre un 10% y un 5% del jamón denominado ibérico lo es.
"Hasta ahora no ha cambiado nada con ninguna normativa y no tenemos esperanza de que vaya a cambiar absolutamente nada con la nueva, si acaso a peor porque el cerdo ibérico puro está desapareciendo de la dehesa del suroeste español", afirmaba Agustín González. El presidente del grupo de trabajo del porcino ibérico de Faeca, resumía que la nueva norma se centrará en tres pilares: protección de la raza ibérica, protección del medio ambiente y protección del consumidor. Sin embargo, por lo que el sabe, está ley podría titularse "cómo cambiarlo todo para que todo siga igual".
Tanto él como Álvaro Rivas argumentan que "la culpa es un poco de todos, porque por el anterior reglamento nos hemos cargado un producto que podría ser estrella mundial". Sin embargo, Rivas culpa también a la falta de controles y a que la lucha no se coordina en las 17 Autonomías que es de quien depende este tipo de inspecciones.
Así, invita a los consumidores a seguir denunciando ante las autoridades los fraudes si el nuevo reglamento no los evita.
