Ocio y cultura

Un recorrido por la tradición china en Beijing

Pekín o Beijing es una de las grandes capitales del mundo, tanto por el número de habitantes, la extensión que ocupa y, lógicamente, por la importancia del país. Pero su historia es relativamente corta si tenemos en cuenta la larguísima tradición china. El desarrollo económico la ha convertido en las últimas décadas en un gigante moderno rebosante de rascacielos, autopistas y grandes instalaciones de todo tipo que ofrecen la imagen de una ciudad sin gracia. La boina de contaminación facilita poco las cosas en este sentido. En los meses anteriores a los Juegos Olímpicos de 2008 se inauguraron aquí muchas de las infraestructuras más modernas del planeta.

Todo ello podría hacernos pensar que Beijing es una urbe sin alma y con un número limitado de atractivos. Nada más lejos de la realidad. Aunque aquí no vayamos a encontrar los tesoros más antiguos de la arquitectura china sí hay muchos elementos para hacer de la capital china una etapa fundamental en cualquier viaje por el gigante asiático.

Vamos a proponer una ruta por el Beijing más tradicional. El centro de la ciudad ha sido siempre la Ciudad Prohibida, uno de los grandes tesoros de la historia de la humanidad. A poca distancia de este ombligo del mundo encontraremos muchos lugares que nos hablarán de un Beijing más tradicional, de una China más tranquila. Aunque sólo sea como recuerdo de lo que una vez fue esta ciudad.

Hutongs

Nada más diferente de una autopista de las que cruzan Beijing que un hutong. Los hutongs son los callejones de los barrios antiguos, calles estrechas que culebrean entre casa bajas y en donde todavía se conserva (aunque cada vez menos) un estilo de vida de otro tiempo. Muchos de las casas de estos barrios se articulan alrededor de un patio y siguen las reglas del feng shui que se preocupa tanto de aprovechar al máximo la luz solar como de evitar las influencias nocivas. Hay museos, bares y restaurantes en estos barrios lo que permitirá echar un vistazo a su interior.

Vida en la calle

Al ser callejuelas estrechas por las que no se puede, o es muy difícil, circular en coche, los vecinos y visitantes pueden disfrutar de la vida fuera de las casas. En ellas se juega al ajedrez o a cualquier otro juego de mesa, se bebe, se come, se charla con el que pasa. También se sacan las jaulas de los pájaros afuera y el conjunto tiene un poco la apariencia de vida de pueblo, muy alejada del frenesí que se vive en el resto de Beijing.

Torre de la Campana, Torre del Tambor

Durante siglos, en China, el paso de las horas se marcaba mediante toques de campanas y tambores. Las costumbres y el sentido de cada toque ha ido variando con el tiempo pero siempre han estado presentes estos sonidos en la vida de los chinos. Aunque esta tradición se mantiene en el medio rural y en algunas ciudades pequeñas, hace tiempo que se abandonó en Beijing. La extensión de la ciudad, los ruidos de la calle y, por supuesto, la popularización de los relojes, hicieron inviable e inútil seguir con ella. Y eso que, se dice, el toque de la campana de la Torre de la Campana se podía oír a decenas de kilómetros de distancia. Las dos torres, la del Tambor y la de la Campana, se encuentran una al lado de la otra y son las estructuras desde donde se marcaba el paso del tiempo. Los edificios que vemos ahora no son los originales porque las torres han sido destruidas varias veces. Desde lo alto de las torres se tiene una vista interesante de los alrededores.

Ciudad Prohibida

Resulta inútil pretender resumir el sentido y el contenido de la Ciudad Prohibida, el mayor conjunto de historia, arte y cultura de China. Fue el centro del imperio durante cinco siglos y en ella residía el emperador, acompañado de la corte y la servidumbre. El nombre se refiere a que nadie más podía acceder a ella. Aquí se vaga por palacios, salas, pabellones, jardines, teatros, bibliotecas, fosos, puentes… La distribución de todo el conjunto, su decoración, los colores, todo tiene un significado muy preciso que, salvo que contemos con un buen guía, nos pasarán desapercibidos. Las salas, palacios y puertas tienen nombres como Armonía Suprema, Valor Militar Divino, Cultivo Mental, Nubes Olorosas o Tranquilidad Terrena. Pues eso, una cultura diferente delante de nosotros.

Plaza de Tian’anmen

La Ciudad Prohibida estaba protegida por murallas y fosos. La puerta de la Paz Celestial es la que se abre hacia el sur, hacia la plaza de Tian’anmen. Aquí es donde está el gigantesco retrato de Mao que ha sido, durante mucho tiempo, la imagen más conocida de China. La plaza de Tian’anmen generó hace unos años otras imágenes muy poderosas. Es la plaza más grande de mundo, un espacio tan extenso al que es difícil darle una unidad. Es algo completamente nuevo, construido después de la proclamación de la República Popular (lo que hizo Mao desde propia puerta de la Paz Celestial, pero desde luego es un icono que trasciende ya la historia de Beijing y de toda China.

Descubre sus increíbles rincones, las calles sinuosas, la vieja ciudad, sus monumentos y disfruta de uno de los países más completos, exóticos y desconocidos del mundo. ¡A qué esperas! China te espera estas vacaciones.

 Texto: Ángel Martínez Bermejo.

 
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