España se pone el despertador

Partido brillante del equipo español donde destacó el esfuerzo defensivo y el talento anotador de todo el grupo. Rudy Fernández (19) fue el ayudante perfecto de Sergio Rodríguez (22) en su particular función de magia.

El partido tenía muchos alicientes para el aficionado. El primero de todos ver si España recuperaba las sensaciones tanto anímicas como deportivas. Un ejercicio de reconocimiento del paciente para entender si la tercera derrota del campeonato contra Italia había dejado secuelas visibles. En segundo lugar, presenciar el duelo más potente de este torneo. Los dos mejores 'cinco' que se habían dato cita en Eslovenia se iban a ver las caras: Gasol contra Krstic. El equipo que venciese ese particular 'match-point' tendría mucho encuentro ganado. Y a última hora incluso poder asistir, ya en la fase final, a nuevos descubrimientos baloncestísticos de la mano de Orenga y sus rotaciones.

La selección nacional salió de cara al encuentro. Sin reservarse nada por miedo a una lesión, a una fase siguiente o a cualquier otra distracción. Los nuestros son expertos en jugar partidos a 'vida o muerte'. Lo llevan haciendo 14 años desde la final del Mundial Junior de Lisboa. Con un 8-0 de inicio explicaron, a su manera, que ni las críticas ni sus propios desaciertos iban a pesarles lo más mínimo.

Primer cuarto sensacional del conjunto español que veía como su marcador subía y subía. De dos en dos, de tres en tres se sumaban las canastas mientras los serbios se estancaban en dos míseros puntos. Con seis minutos jugados el electrónico mostraba un apabullante 2-17. Entonces llegó ese momento del partido que, ya por familiar, no deja de sorprender. Segunda personal de Marc, todavía en el primer cuarto y Orenga que decidía volver a jugar a la ruleta rusa. Para colmo el mediano de los Gasol, enfadado con los árbitros, se jugó la técnica y finalmente salió del campo suspirando. Un minuto en el que podíamos habernos hipotecado el día.

En fin, todo quedó en un susto y la selección siguió a lo suyo. Un Sergio Rodríguez hiperactivo tomó el relevo a los triples de Rudy -tres en un cuarto- produciendo de todas las maneras. Tiros en parada, penetraciones para sí mismo o para asistir a sus compañeros, un derroche de talento ofensivo. Un 'show'. España había dado un nuevo hachazo en el 'Mont-Ventoux' y este vez para escaparse.

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23-48 era el resultado al descanso. Entre el 'Chacho', que había desarmado toda opción de remontada serbia y un Marc Gasol que no paraba de gritar arengas al resto de sus compañeros, se explicaba el partido. Nadie se podía dormir, en este momento del torneo no y el triple para cerrar el segundo cuarto, obra de Aguilar, lo corroboró.

Segunda parte que mantenía el guión de la primera. 7 puntos seguidos de Víctor Claver disparaban a España hasta su máxima (23-53). Un jugador que ha sufrido una metamorfosis a lo largo del torneo e incluso en su labor con el combinado nacional. Además de anotar, su fuerza y su energía no tienen nada que ver. El alero de Portland por fin ha alineado sus chakras.

La tensión propia de unos cuartos de final había desaparecido con 40 puntos de diferencia (29-69). Había incluso tiempo para dar descanso a nuestros mejores hombres, Marc y Rudy que se lo merecían y a Calderón que necesitaba reponerse de sus molestias en el hombro derecho.

El partido se marchitó con el entrenador serbio, Dusan Ivkovic, haciendo todas las combinaciones posibles en su rotación. El partido ya estaba perdido pero sí podía dar descanso a piezas clave, como Krstic que no jugó en la segunda parte, para lograr una plaza mundialista en los partidos que le quedan.

Final del encuentro con dos quintetos formados por suplentes. Nueve jugadores en pista que no suelen participar en los últimos cuartos, salvo uno que es la excepción. Sergio Rodríguez no es suplente ni en España ni en la China popular, Sergio está llamado a formar parte del mejor quinteto de este campeonato. Su exhibición de este martes será recordada, como lo fueron en su día la de Gasol en el Mundial de Japón o la de Navarro contra Macedonia en el último Eurobasket. Con 60-90 la selección remató un gran partido y el Chacho cerró, por hoy, la sesión de su espectáculo.

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