KPMG no halla indicios de apropiación indebida en Pescanova pero sí irregularidades contables

El presidente de Pescanova, Manuel Fernández Sousa, fue el que solicitó este informe forensic de la auditora KPMG que corrobora que no existió apropiación indebida en la entidad aunque sí irregularidades contables para ocultar la deuda. Ratifica que la deuda financiera neta de Pescanova asciende a 3.280 millones de euros.

La Justicia dispone desde esta misma tarde del informe de los especialistas forenses de la auditora KPMG, solicitado hace casi tres meses por el consejo de administración de Pescanova a instancias de su presidente, Manuel Fernández Sousa. El informe, de 334 páginas, pone de manifiesto las irregularidades contables que la compañía comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores a través de hechos relevantes.

Irregularidades consistentes sobre todo en la modificación del balance anual de la entidad para la ocultación de la deuda. Una deuda oculta centrada sobre todo en la matriz de la compañía, Pescanova SA, y no en su red de filiales.

Los auditores involucran en esas irregularidades al presidente de Pescanova y a cinco directivos de la compañía. Se trata del exdirector y exdirector financiero, el director de auditoría, el director administrativo y el apoderado en Nova Pesca Trading.

Sin embargo el informe añade que carece de evidencias de que las prácticas fueran conocidas por el consejo de administración y por el comité de auditoría. Dichas prácticas tampoco fueron comunicadas ni puestas de manifiesto por BDO, la empresa que ha auditado las cuentas de Pescanova en los últimos años.

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El informe, avanzado por la SER, ratifica que la deuda financiera neta de Pescanova asciende a 3.280 millones de euros, tal y como figura en la información que la compañía remitió a la CNMV.

El informe forensic del auditor explica las prácticas utilizadas para la obtención de créditos por parte del grupo, y líneas de descuento sin el adecuado soporte mercantil.

Por último, el informe acumula múltiples evidencias digitales obtenidas de los ordenadores de la empresa, y subraya que los propios directivos permitieron el acceso a esos datos informáticos.

En dicho informe no se recoge ningún indicio de apropiación indebida y confirma que tales prácticas irregulares estuvieron encaminadas a la obtención de financiación y liquidez para la compañía.