Abierto por vacaciones

Aquí no hay playa. La crisis sigue castigando a la sociedad española y a la clase política no le queda otro remedio que seguir trabajando durante los meses de verano para intentar sacarnos de ésta. Los diputados tendrán que acudir este mes de julio a la Cámara Baja al menos en cuatro ocasiones. De momento hay convocadas dos Diputaciones Permanentes y dos Plenos.

Pensarán algunos que se trata de un paripé o de un intento de los parlamentarios de demostrar a los españoles que no trabajan tan poco como ellos creen. Pensarán otros que lo hacen para redimirse o quizá para poder predicar con el ejemplo. Pues la respuesta es: no. El presidente del Congreso quiere dejar claro que enero y julio no son meses de vacaciones, "¡No son meses para no hacer nada!", subraya Jesús Posada, quien asegura además que los políticos suelen aprovechar estos períodos para trabajar en sus circunscripciones, y que la única diferencia entre este año y los anteriores es que hay un "impulso para tener más reuniones", dada la excepcional situación que atraviesa el país.

La misma idea sostienen la mayoría de diputados a los que hemos preguntado, sean de izquierdas o de derechas, nacionalistas o antinacionalistas, catalanes, madrileños o andaluces... Todos aseguran que llevan ya unos cuantos años trabajando de forma "ordinariamente extraordinaria" en julio. "Llevo 19 años en el Parlamento y nunca he dejado de venir en julio y en agosto", asegura el diputado del Partido Popular, Vicente Martínez Pujalte.

Los parlamentarios se quejan también de la mala imagen que los ciudadanos tienen de la clase política. El socialista Manuel Chaves asegura que muchos diputados trabajan entre diez y doce horas diarias. La vicepresidenta primera de la Cámara Baja, Celia Villalobos, exclama: "¡Ojalá pudiera traerme a los ciudadanos en grupitos de diez para que vean que aquí (en el Congreso de los Diputados) sí se trabaja!".

¿Afán reformista o sobreactuación?

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El Congreso está tramitando, entre otras cosas, la ley de emprendedores, la ley de educación, la ley de transparencia y la reforma de las pensiones. "Estos asuntos no pueden esperar. Ha llegado julio y nos ha pillado con mucha actividad pendiente. ¡Hay mucho tajo!", insiste el portavoz del Partido Popular en el Congreso, Alfonso Alonso. Sin embargo, algunos grupos acusan al Gobierno y al PP de sobreactuación: "Hay que hacer el trabajo que se tenga que hacer. Ni tanto, ni tan calvo", subraya desde la Izquierda Plural, Gaspar Llamazares. El diputado de UPyD, Toni Cantó, añade que la convocatoria de sesiones en julio "es un ejemplo típico de cómo funciona este Gobierno: mucha forma, pero vacío de contenido".