"El cierre de la televisión pública griega es un aviso a navegantes para otros países"

Entre la indignación y las gasnas de luchas, los afectados por el cierre de la radio-televisión pública griega han permanecido juntos durante toda la noche como medida de prostesta. En 'Hoy por Hoy', dos trabajadoras explican su impresión y sus perspectivas de futuro ante lo que consideran "un ataque más a la democracia y a los ciudadanos".

En Grecia ya no hay ni radio ni televisión pública. El Gobierno ha anunciado por sorpresa su cierre para ahorrar unos 100 millones de euros al año. La señal dejó de emitirse en la medianoche de este miércoles, pero los trabajadores han seguido en sus puestos de trabajo, realizando un programa testimonial que se puede ver a través de Internet, y de la frecuencia que les ha cedido una televisión privada. En 'Hoy por Hoy', hemos escuchado los testimonios de dos mujeres vinculadas a la televisión pública griega.

El primer testimonio es el de una trabajadora de la televisión pública del país que lleva en el ente más de 15 años, y, al conocer la noticia, se encerró junto a sus compañeros en el edificio de la radio-televisión pública griega como protesta. "Hemos pasado la noche de pie, con gente de todo tipo que se ha acercado a solidarizarse", dice esta trabajadora, una de los 2.600 a los que afectará el cierre. "Fuera se ha reunido mucha gente y también siguen concentrados en una de las avenidas centrales de Atenas que hay cerca".

Más allá de las causas promovidas por las exigencias de ahorro de la troika, la trabajadora considera que tiene un fuerte componente ideológico y de control. "Pero lo bueno es que la gente, a pesar de que el Gobierno nos llama vagos, inútiles, propagandísticos y más comeduras de coco, está con nosotros".

"Buena parte de la infraestructura y de los derechos de la radio-televisión pública van a pasar a manos privadas", se lamenta. "Nos nos estamos jugando nuestro trabajo, nos jugamos la vida, la democracia. Es como que nos quiten el intelecto, el punto de vista diferente, eso que nos permite existir".

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Dora Makri era, hasta hace unas horas, la corresponsal en España de la televisión griega. "Este cierre es un aviso a navegantes a otros países como España, Irlanda, Portugal o Chipre. Somos el país que primero ha caído, pero no seremos el único". Así reacciona Makri ante el cierre de la radio-televisión pública, que ha provocado una verdadera reacción en cadena en el sector.

"Ahora los medios se han paralizado, incluso los privados. No hay periódicos, las cadenas no funcionan y las asociaciones de la prensa están convocando manifestaciones". Makri hace un llamamiento a la moción de censura, la única vía, a su juicio, de dar marcha atrás.

Después de 27 años de carrera profesional, esta trabajadora refleja la necesidad del ente público. "Una cadena privada nunca emitiría documentales o música clásica, porque no venden". Para terminar, Makri pone voz a un pensamiento que, dice,e stá en boca de todos los griegos: "La mayor enfermedad que ha sufrido la radio-televisión pública es la intervención de cada Gobienro en algo que pertenece a todos los ciudadanos".