El último intento de pacto de Estado entre los partidos españoles fracasó

La petición de un pacto de estado ha sido recurrente desde que empezó la crisis económica. Pero sólo ha habido un intento de conseguirlo, las negociaciones de Zurbano de 2010 en las que el gobierno del PSOE negoció durante un mes medidas económicas sin conseguir un pacto global con la oposición.

"Voy a designar una comisión encabezada por la vicepresidenta económica (...) para que emprendan un diálogo y una negociación con los diversos grupos políticos representados en esta Cámara" anunció el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero el 17 de febrero de 2010 en un pleno del Congreso. Ahí nació el último intento de pacto de estado contra la crisis que se ha buscado en España. Un intento que terminó fracasando aunque dio lugar a un decreto con medidas para impulsar la rehabilitación de viviendas, algunas bajadas de impuestos y apoyar a las pequeñas y medianas empresas, entre otras.

Los contactos empezaron el 25 de febrero en el Palacio de Zurbano de Madrid con una reunión entre representantes del Gobierno y de todos los grupos de la oposición. Tras ese primer contacto el Gobierno presentó un documento con 56 medidas que creía posible pactar con la oposición. Entre ellas, subir el límite de sueldo que no se puede embargar en caso de impagos, impulso a la rehabilitación de viviendas o la posibilidad que el Instituto de Crédito Oficial ofreciera crédito de forma directa a las empresas.

Pero pasaron los días y en los encuentros bilaterales no se producían avances, pese al optimismo del Gobierno. Así que el Ejecutivo presentó un nuevo documento con propuestas pero esta vez sólo incluyó veinticuatro para facilitar el consenso, pero no lo consiguió.

"El Partido Popular no va a estar en una foto inútil y no va a ser cómplice de una política que nos mete más en la crisis". Con esta frase el entonces jefe de la oposición, Mariano Rajoy, dio por finiquitado el intento de pacto. Él y otros partidos como Izquierda Unida acusaron al gobierno socialista de buscar una adhesión a sus políticas y de no estar dispuesto a ceder.

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De esas negociaciones no salió un gran acuerdo. Pero sí un decreto con una veintena de medidas que el Congreso aprobó con pocos votos en contra. Entre esas medidas destaca creación de una deducción del 10% en el IRPF para obras de rehabilitación de la vivienda habitual, que el ICO pueda prestar directamente a las empresas o la aplicación del IVA superreducido a los servicios de dependencia.