Mercedes Coghen habló con algunos testigos antes de que declararan ante el juez

Mercedes Coghen habló con Antonio Arimany y con Belén Valencia antes de su declaración en calidad de testigos ante el juez José Castro para aclarar los casi 140.000 euros que Madrid 2016 abonó al Instituto Nóos para hacer lobby en favor de la candidatura de la capital para organizar los juegos olímpicos. El juez, José Castro, le echó en cara ese comportamiento porque "no era oportuno", aunque Coghen negó que les hubiera llamado para condicionarles antes de su cita con la Justicia.

Mercedes Coghen, exdelegada de Madrid 2016 reconoció ante el juez José Castro el pasado mes de marzo que mantuvo conversaciones telefónicas con dos personas que habían sido citadas para declarar como testigos. Coghen llamó al exdirector general de este organismo, Antonio Arimany, y a la trabajadora, Beatriz Valencia, que reconocieron en sus interrogatorios esas llamadas. Algo que no gustó mucho a Castro que preguntó por ello a Coghen ya que, según sus palabras, "que una persona imputada llame a un testigo no digo que sea delito pero me parece que no es oportuno".

Coghen se defendió asegurando "que no es raro que le diga a una persona que tiene tres hijos que le van a citar el día del padre" y, en el caso de Beatriz Valencia, lo hizo para que "no hiciera planes porque la iban a citar un día de fiesta".

La exdelegada de Madrid 2016 supo de ambos testigos antes y después de que declararan. Arimany le dijo cuando terminó "que no lo había pasado demasiado mal" y Valencia le escribió un sms para explicarle "que había salido, que estaba bien".

La investigación ha acreditado que Madrid 2016 pagó 140.000 euros al Instituto Nóos a cambio de hacer gestiones en favor de la candidatura para organizar los juegos olímpicos.

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