Rouco considera "insuficientes" las medidas del Gobierno sobre aborto o matrimonio gay

Los obispos no ocultan su descontento con el ritmo y la tibieza del Gobierno de Rajoy a la hora de impulsar reformas legales en los asuntos que más les preocupan. El cardenal Rouco ha señalado hoy que "no es fácil de entender" que ni siquiera haya todavía un anteproyecto de ley que proteja eficazmente la vida humana y ha recordado a los políticos católicos que "los principios morales no admiten excepción". El tirón de orejas al ejecutivo ha coincidido con la audiencia que el papa Francisco ha mantenido hoy con el presidente del Gobierno.

No es la primera vez que los obispos han pedido al PP cambios urgentes en la ley del aborto o del matrimonio homosexual pero hoy las reclamaciones de la Conferencia Episcopal han constituido una lectura de cartilla en toda regla al Gobierno de Rajoy. El lugar y el momento elegido también lo confirman. Ha sido en la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal, la que reúne dos veces al año a todos los obispos españoles, y justo a la misma hora en que el presidente Rajoy era recibido en audiencia en el Vaticano por el papa Francisco.

La enumeración de "graves asuntos pendientes de solución" ha sonado a letanía y a reproche de promesas incumplidas en palabras del cardenal Rouco: "Persiste la desprotección legal del derecho a la vida de los que van a nacer y persiste una legislación sobre el matrimonio gravemente injusta. Persiste la ausencia de protección adecuada para la familia y la natalidad, en especial, para las familias numerosas. La calidad de la enseñanza sigue dejando mucho que desear, siendo así que de ella depende en tan gran medida el futuro de la sociedad".

"No es fácil de entender que todavía no haya un anteproyecto de ley que proteja la vida"

Por si quedaba duda de que los obispos no andan precisamente satisfechos Rouco añadía que "los pasos dados en estos meses hacia la resolución de estos graves problemas resultan todavía insuficientes" (la versión impresa que la Conferencia Episcopal había remitido por correo electrónico a los medios embargada hasta su pronunciación recogía la expresión "muy insuficientes", si bien la versión encuadernada que finalmente leía Rouco se quedaba en "insuficientes").

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El primer reproche se centraba en el aborto y suponía todo un tirón de orejas al ministro Gallardón y a la anunciada reforma de la ley del aborto: "No es fácil de entender que todavía no se cuente ni siquiera con un anteproyecto de ley que permita una protección eficaz del derecho a la vida (...) Durante los años de vigencia de la actual legislación, en contra de lo que falazmente se había afirmado, el número de abortos ha seguido creciendo hasta alcanzar cifras escalofriantes. Es urgente la reforma en profundidad de la legislación vigente. Se ha de poner coto cuanto antes a este sangrante problema social de primer orden".

El segundo reproche ha sido el relativo al matrimonio homosexual, cuya derogación exigen los obispos. "Se trata de restituir a todos los españoles el derecho de ser expresamente reconocidos por la ley como esposo o esposa; se trata de proteger adecuadamente un derecho tan básico de los niños como es el de tener una clara relación de filiación con un padre y una madre. El legislador, también después de la sentencia del Tribunal Constitucional (que avaló la ley), es libre de legislar de modo justo reconociendo esos derechos a los ciudadanos. No se trata de algo que supuestamente afectara solo a la vida privada de las personas. Sobre el gobierno y el legislador recae en este campo una grave responsabilidad propia y cierta, que no puede ser transferida ni eludida".

Rouco también ha cargado en materia educativa, ante la futura tramitación parlamentaria de la LOMCE, para señalar que "se espera todavía una legislación más justa en lo que se refiere a la libertad de enseñanza y, en concreto, al efectivo ejercicio del derecho fundamental que asiste a los padres en la elección de la formación ética y religiosa que desean para sus hijos".

Además, el presidente de la Conferencia Episcopal ha vuelto a apelar a la coherencia y a la responsabilidad de los católicos en la acción social y política recordando que "cuando la acción política tiene que ver con principios morales que no admiten derogaciones, excepciones o compromiso alguno, es cuando el empeño de los católicos se hace más evidente y cargado de responsabilidad".

Los obispos, preocupados por las "alteraciones de la paz social"

El discurso de Rouco Varela no ha incluido, sin embargo, demandas equivalentes al Gobierno en materia de desahucios o para exigir reformas legales para paliar los efectos de la crisis. Lo que sí preocupa a los obispos es que se pueda alterar la paz social en España. En lo que ha sonado a una velada alusión a los escraches, Rouco ha señalado que "ante la dificil situación económica por la que atravesamos, las tensiones no parecen disminuir. Nadie debería aprovechar las dificultades reales por las que atraviesan las personas y los grupos sociales para perseguir ningún fin particular, por legítimo que fuere, que pediera de vista bienes superiores. Menos aún se podrá tolerar que tales conductas particularistas fueran realizadas por medios contrarios a los derechos fundamentales de nadie y a la legalidad vigente".

En materia económica, Rouco ha metido en el mismo saco a bancos, empresas y ciudadanos a la hora de pedir que "sean conscientes de que es el momento de ajustar las conductas a un modo de vida acorde con nuestras verdaderas posibilidades, huyendo de la codicia y de la ambición desmedida, actuando siempre de acuerdo con los imperativos de la honradez y de la auténtica solidaridad".

Reproches a los medios de comunicación

El discurso ha incluido también sendos reproches a la labor de los medios de comunicación, que no se han librado de los dardos del cardenal Rouco que les ha pedido que "sean fieles a la verdad sin ceder a la tentación de acentuar los problemas o de azuzar las diferencias, que una visión poco veraz y poco generosa podría alimentar en ellos, presionados tal vez por las dificultades económicas de las que también son víctimas".

Y no ha sido la única referencia a los medios. En otro momento del discurso Rouco ha arremetido también contra el papel de los periodistas al recordar la elección del papa Francisco en el reciente cónclave. "No se lo esperaban los medios de comunicación y muchos de sus comentadores. El nombre del cardenal Bergoglio no había parecido en ninguna de sus previsiones. El efecto sorpresa, unido a la personalidad del nuevo romano pontífice, dio lugar a que el papa Francisco fuera acogido con juicios por lo general muy favorables por parte de aquellos mismos medios que no habían sido capaces de influir mínimamente en la elección del papa con sus opiniones, valoraciones y previsiones, como tampoco de dar a sus lectores una información suficientemente fundada acerca de la preparación del cónclave".