Los 'minijobs' ya están aquí y de momento, feminizados

Sólo el 53% de las mujeres españolas está en el mercado laboral. Forman parte de la población activa y de ellas, un 26,5% está en el paro. Una tasa que se ha disparado, subió más de tres puntos en el último año. De los casi 700.000 empleos que se destruyeron en los últimos 12 meses en nuestro país, más de la mitad eran femeninos.

La crisis las golpea especialmente a ellas que han acusado en primera fila los recortes en Sanidad, Educación y Dependencia: 150.000 cuidadoras se han quedado sin seguridad social y se les ha reducido la paga. Se eliminó el plan para crear nuevas escuelas infantiles y, a día de hoy, 400.000 españolas trabajan a tiempo parcial para poder cuidar de su familia, frente a sólo 15.000 hombres.

Es decir, los minijobs ya están aquí y, de momento, feminizados: jornada laboral más corta, pero también salario más pequeño y por lo tanto menor cotización y peores prestaciones a futuro, por ejemplo, el paro en la vejez, menos pensión.

Perdonen que arranquemos este 8 de marzo abrumándoles a datos. Pero son los que mejor nos cuentan cómo las mujeres españolas, protagonistas de la transformación social más extraordinaria de los último 30 años en España, están ahora acusando la crisis. Y si para todos perder el empleo es un drama, en el caso de las mujeres, perder la independencia económica es una tragedia, porque todavía están frescas en nuestra memoria histórica las situaciones de humillación y desigualdad vividas por generaciones enteras que no la tuvieron.

También en la cúspide, en las directivas de las grandes empresas del Ibex, la presencia femenina se ha estancado en el 12%, por debajo de la media europea y lejos de la futura directiva comunitaria que fija el mínimo de mujeres en el 40%.

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La virulencia de la crisis está sepultando muchas realidades, muchos debates. La necesidad de supervivencia convierte en secundario todo lo que no sea tirar para adelante. Pero este no es un asunto secundario, sino esencial. Y no sólo por razones de justicia, también de eficacia. Cuando precisamente más faltan hacen todos los talentos, todas las manos, no puede ser que volvamos a dejar atrás al más del 50% de ellas.