El Madrid continúa con su sueño europeo de la Décima tras una remontada en Manchester

Si hay una competición que excite a los madridistas esa es la 'Champions'. Si hay algo con lo que disfrutan son los partidos a vida o muerte. Y si hay algo que los vuelve totalmente locos es una remontada. De todo tuvo el partido de Old Trafford. Los blancos consiguieron el pase a cuartos tras dar la vuelta a un 1-0, gol de Sergio Ramos en propia puerta. Modric y Cristiano Ronaldo firmaron los goles que mantiene firme el sueño de la Décima.

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No hubo sorpresas en el 'once' del Madrid. Mourinho repitió el mismo equipo que dio un revolcón al Barça en el Camp Nou hace una semana. En el Manchester, en cambio, Ferguson sentó a Rooney. Sí jugó de inicio el milenario Giggs -el galés cumple a sus 39 años ni más ni menos que 1000 partidos-.

En un partido técnico, bien dibujado por dos 'perros viejos' de los banquillos, los primeros minutos estuvieron tintados de blanco pero pronto el United le dio forma a su gusto. Propuso un juego lento, tosco, sin conceder ni un espacio. Si hay algo que favorece menos a este Madrid explosivo es un juego estático. Y Ferguson lo sabía. Ordenó el escocés a Welbeck asfixiar al pulmón madridista, a Xabi Alonso. Para dos equipos amantes de la contra la pelota es un incordio y el Manchester se la regaló al Madrid. Un Madrid incomodísimo en un papel que no es el suyo. Los de Mourinho tenían la pelota y los ingleses las ocasiones.

Merodearon la tierra de Diego López al que lanzaron varios latigazos. A la media hora erró el meta al despejar al centro del área un tiro de Van Persie, pero emendó su fallo segundos después cuando detuvo otro a bocajarro de Welbeck.

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Suspiraban los blancos en el campo porque sentían las garras de los 'red devils'. En la banda Mourinho torcía el gesto. Aún empeoraron las cosas porque Di María se rompió cuando apenas cinco minutos para el tiempo de descanso. El portugués eligió a Kaká para sustituirlo.

No comenzó el segundo acto, ni mucho menos, mejor. A los dos minutos marcaron los ingleses. Una jugada extraña y embarullada terminó con un despeje de Sergio Ramos dentro de la meta de López. Y entonces sí, llegaba el tiempo para la remontada. Del partido y de la eliminatoria. Una difícil contienda que los blancos supieron encarar. Allanó la gesta una polémica expulsión de Nani. Apenas diez minutos después del gol inglés una patada a destiempo del portugués a Arbeloa terminó con el luso en la caseta. Una pena que enfadó a Ferguson y los suyos por creerla desmesurada.

Mourinho cambió entonces piezas. Modric entró por Arbeloa. Y comenzó el asedio del Real Madrid a la meta de De Gea. Fue precisamente el croata, discutido en lo que va de temporada, el que activó la remontada blanca. Un gol tras un tiro medidísimo desde fuera del área al palo izquierdo de la portería de De Gea igualó la contienda. Y tan sólo dos minutos después Cristiano Ronaldo, el que estaba llamado a ser el protagonista del partido y que tuvo esta vez un papel menos dominante que en otras ocasiones, selló el pase a cuartos. Una jugada bien trenzada en la que participó Modric, Özil, Higuaín y finalmente Ronaldo, que pidió perdón por el tanto a una parroquia que le venera. Aún quedó tiempo para alguna embestida de Michael Carrick y Wayne Rooney, que salvó un inspirado Diego López.

Los blancos salen indemnes de dos pruebas finales, la primera en el Camp Nou y la segunda en Old Trafford, que unidas a otro triunfo con los actores secundarios ante el Barça llenan de moral a un equipo, que a pesar de las fisuras, parecen remar más juntos que nunca.

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