¿Cómo funciona la amnistía fiscal?

Para acogerse a la amnistía fiscal bastaba con tener dinero sin declarar a Hacienda dentro o fuera de España. Lo podía hacer una persona física o una sociedad. El decreto-ley que lo estableció sólo ponía un impedimento. No les valía si la Agencia Tributaria hubiera abierto antes una investigación o comprobación por ese dinero oculto. Nada dice de aquellos que están imputados por un delito.

En cualquier caso, del Código Penal sí se deduce esa limitación para los imputados. Pero no de manera absoluta. Es decir, no se puede amnistiar el dinero correspondiente al año que el juez investiga por un delito de fraude fiscal, pero sí el resto del dinero correspondiente a otros años. El propio código penal señala que si un defraudador regulariza correctamente su situación queda libre de responsabilidad penal.

Además, la amnistía fiscal protegía especialmente al defraudador, porque la Dirección General de Tributos dejó claro que su declaración de amnistía fiscal no podía comprobarse de ninguna manera, salvo a iniciativa del interesado. De hecho, ni los inspectores de la Agencia Tributaria, ni el resto del personal técnico tenía acceso siquiera a los nombres y demás datos de los defraudadores que se acogieron a la amnistía fiscal, según fuentes de los mismos.

Pero toda ley es interpretable. Y la Agencia Tributaria buscó argumentaciones jurídicas para dejar sin efecto la amnistía fiscal de Luis Bárcenas a través de una sociedad. Así lo hizo y fueron esos los argumentos que empleó el ministro de Hacienda Cristóbal Montoro en el Congreso. El Servicio Jurídico de la Agencia Tributaria los expuso en un documento que remitió a la Audiencia Nacional. Argumenta que no le vale haberlo hecho con una sociedad como tapadera. Y además que no le libra de responder a un posible delito si el dinero se logró de forma ilícita. Ambas cosas, en cualquier caso no afectan a la sociedad con la que Bárcenas regularizó, Tesedul. Su amnistía fiscal sigue vigente.