España busca ayuda en Latinoamérica para afrontar la crisis

La XXII Cumbre Iberoamericana reúne hasta el sábado en Cádiz a los representantes de 22 países de la comunidad iberoamericana. A las habituales ausencias de Hugo Chávez y Raúl Castro se suman este año las de la argentina Cristina Fernández y el uruguayo José Mujica por recomendación médica. El gobierno español busca palancas económicas en una región en franco crecimiento.

Una península ibérica maltrecha y una América Latina pujante. Ese es el panorama que contemplarán los líderes iberoamericanos desde la cumbre de Cádiz. La agenda del encuentro es en esta edición muy abierta, pero el gobierno español pretende aprovechar para buscar más oportunidades de crecimiento en Latinoamérica.

Fomentar el efecto de arrastre de las grandes empresas presentes en aquella región sobre las PYMES españolas o aprender de la gestión de crisis similares ocurridas en las pasadas décadas en la región son algunos de los objetivos. Las empresas españolas también esperan poder sacar provecho de las necesidades de infraestructuras de Latinoamérica.

Crisis de ida y vuelta

En estos momentos hay ya un millón de españoles viviendo en América Latina, muchos forzados a emigrar por la crisis. A pesar de ella, en España sigue residiendo un millón de latinoamericanos. La situación económica ha golpeado duramente a esa comunidad. Se calcula que 80.000 ecuatorianos han perdido su casa como consecuencia de la debacle hipotecaria en nuestro país. El gobierno ecuatoriano ha pedido soluciones al ejecutivo de Rajoy, y se espera que el tema vuelva a plantearse en esta cumbre. Otro asunto que afecta a los trabajadores es la elaboración actualmente de un convenio multilateral de la Seguridad Social para toda Iberoamérica, aunque el acuerdo todavía no está concluido.

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Ausencias

Tan sólo un país estará ausente completamente de la cita: Paraguay, que tras la irregular destitución del Presidente Fernando Lugo por el parlamento se encuentra suspendido en los principales foros latinoamericanos. Los demás países estarán presentes, pero muchos no a través de sus máximos líderes. Faltan buena parte de los líderes de izquierda: Hugo Chávez, Raúl Castro, Cristina Fernández o José Mujica, estos dos últimos por recomendación médica. Fuentes del ejecutivo de Mariano Rajoy descartan que la ausencia de Cristina Fernández tenga relación con el contencioso que su gobierno mantiene con la empresa Repsol.

En cuanto a los objetivos de este encuentro, se espera que en Cádiz se firmen varios acuerdos sobre distintos asuntos: PYMES, un nuevo sistema de cooperación judicial y policial, competitividad o biotecnología. Más allá de estos acuerdos puntuales, la cumbre servirá para que los mandatarios traten en encuentros bilaterales contenciosos o temas comunes.

En el caso del gobierno de Mariano Rajoy, uno de esos encuentros será el que mantengan los ministros de exteriores de España y Cuba por el caso Carromero, el dirigente del PP condenado a 4 años de cárcel en Cuba por homicidio tras causar la muerte de dos disidentes mientras conducía. El gobierno popular busca un acuerdo extrajudicial que permita la vuelta a España de Carromero, y espera poder tratar este asunto en Cádiz.

Asignatura pendiente

La eterna asignatura pendiente tras dos décadas de Cumbres Iberoamericanas anuales es la pervivencia misma de estos encuentros, considerados un gasto ineficaz por muchos. El asunto no forma parte de la agenda oficial y tampoco se llegará a ninguna conclusión al respecto, pero ciertamente se volverá al ya viejo debate sobre la posibilidad de que los encuentros pasen a ser bianuales.