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El Gobierno dificultará el acceso a la jubilación anticipada y parcial

El Gobierno había anunciado que quería restringir el acceso a las jubilaciones anticipadas y parciales, y ya ha puesto en marcha el mecanismo para hacerlo: la semana que viene va a presentar un informe a la Comisión de seguimiento del Pacto de Toledo (la comisión parlamentaria que estudia lo referido al sistema de pensiones) proponiendo endurecer notablemente el recurso a estas vías de retiro.

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La jubilación anticipada y la jubilación parcial son dos fórmulas por las que un trabajador puede retirarse, bajo ciertas condiciones, antes de los 65 años de edad que marca la ley como referencia. En el caso de la anticipada, se puede recurrir a ella a los 61 años en caso de ser despedido (o a los 63 años voluntariamente); la contrapartida es que la pensión se ve penalizada por un coeficiente reductor, más elevado cuanto más se anticipe la edad de retiro.

La jubilación parcial implica el relevo del trabajador que se jubila por otro, se puede acceder a ella desde los 61 años, y supone seguir trabajando con un mínimo de un 25% de la jornada hasta llegar a la edad legal de retiro, cuando se pasa a la jubilación completa sin sufrir minoración alguna en la pensión.

Según ha explicado la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, en la rueda de prensa que ha seguido al Consejo de Ministros, en 2011 había en el sistema 504.853 personas que se había jubilado con la fórmula de la jubilación anticipada o la parcial; la Seguridad Social se gastó en ese año en sus prestaciones 9.978 millones. Un coste que el Gobierno quiere recortar, y para ello va a proponer al Parlamento una serie de alternativas por las que se dificultará el acceso a estas formas de jubilación alterando sus parámetros.

Propuestas del Gobierno

En materia de jubilación anticipada, el texto del Gobierno plantea alterar la edad de acceso (61 o 63 años, actualmente), el periodo mínimo de cotización para acogerse a la jubilación anticipada (ahora es de 33 años) o hacer más duros los coeficientes reductores de la pensión por cada año que se anticipe el retiro respecto a los 65 años.

En cuanto a la jubilación parcial, el Ejecutivo también planteará alterar la edad de acceso (hoy, 61 años), el periodo mínimo de cotización (actualmente, 30 años), aumentar la jornada laboral compatible con la percepción de la pensión (el mínimo es hoy un 25% de jornada laboral), la duración mínima de los contratos de relevo o la imposición de coeficientes reductores, que hoy en día no se aplican a la jubilación parcial.

Trabajar más allá de la edad de jubilación

Por otro lado, en el informe el Gobierno también propondrá estímulos para animar a las personas que lleguen a la edad de jubilación a seguir trabajando. La medida principal sería favorecer la compatibilización de salario y pensión, fijando un porcentaje de pensión (que podría ir entre el 40% y el 60%) que pudiera ser compatible con un sueldo.

La idea es que cuando el trabajador que continúe su carrera laboral quiera retirarse pueda percibir el importe íntegro de su pensión o incluso más. Báñez ha dicho durante la rueda de prensa que se podría premiar a los que hayan seguido en el mercado de trabajo más allá del tiempo necesario con "un 103% o un 105%" de su pensión, en vez del 100%.

A día de hoy, según Báñez, no hay nada cerrado; el Gobierno quiere debatir estas ideas con el resto de grupos políticos y también con los agentes sociales antes de proponer legislación. El Ejecutivo parece estar decidido en todo caso a tomar decisiones en este sentido, puesto que lleva meses anunciando su intención de aproximar la edad real de jubilación (que ahora está en 63,6 años) a la edad legal (ahora, 65 años) por la vía del recorte de las jubilaciones anticipadas y parciales y el estímulo a la continuación de la vida laboral más allá de la edad de retiro.

 
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