Aquí no hay quien debata

Imposible mirar al proceso electoral estadounidense sin pecar de envidia. O a la más próxima Galicia. Como periodista y como electora me encantaría presenciar (no digo ya, moderar) un auténtico debate electoral entre candidatos a Lehendakari. Pero en Euskadi nos quedamos sin cara a cara (o varios, como han hecho en Galicia) y también sin debate a cuatro...lo más cercano que vamos a ver a una confrontación de ideas entre candidatos será el debate de esta noche a seis...si es que a eso se puede llamar debate. No he recurrido a la hemeroteca y soy de memoria frágil, pero en esta no guardo recuerdos de ningún debate televisivo memorable en las campañas vascas. Siempre ha habido un candidato, el preferido en las encuestas, que se ha escudado en la pluralidad del país para eludir los cara a cara. La máxima es no "hacer un hombre" al adversario, al que se da relevancia con los debates situándolo en el mismo plano. Pero, también, evitar cualquier situación no controlada que pueda devenir en error. Un debate a seis, de hora y media de duración, con intervenciones cronometradas y sin posibilidad de interrumpir a los interlocutores es cualquier cosa menos un debate. Será una imagen inédita y dará, seguro, mucho juego en los detalles, pero que nadie espere un debate sino una sucesión de monólogos. La forma se impondrá al fondo, una vez más.