Los pilotos de Renault, las nuevas 'bestias negras' de Fernando Alonso

Vitay Petrov, Romain Grosjean y Kimmi Raikkonen forman parte ya del particular museo de los horrores de Fernando Alonso. Los tres tienen algo en común con el asturiano, que han corrido en la escudería Ranault. Precisamente al volante de un monoplaza de esa marca han dado al traste con tres actuaciones de Alonso claves para devolverle a lo más alto del Mundial de la Fórmula 1.

Fernando Alonso siempre ha tenido a Renault en su corazón. De la mano de la escudería francesa llegó a la Fórmula 1, primero como piloto en formación en Minardi y posteriormente como piloto oficial y máxima apuesta del equipo para conquistar el título mundial.

El español no falló a la confianza que siempre mantuvo en él Flavio Briatore, patrón del equipo. Así, en 2005 ganó el pulso a Kimmi Raikkonen -por entonces en McLaren- para convertirse en el campeón del mundo más joven de la historia de la Fórmula 1 y solo un año después repitió como ganador del Mundial imponiéndose al mismísimo heptacampeón Michael Schumacher. En cada una de esas temporadas ganó siete carreras.

Tanto le ha dado Renault a Alonso que cuando decidió dejar el infierno que para él fue McLaren y su cohabitación con Lewis Hamilton en 2007 -una pelea interna de la que al final se valió Raikkonen para proclamarse campeón del mundo con un Ferrari- la marca francesa le recibió con los brazos abiertos una vez más.

Para el español Renault fue el mejor de los refugios y aunque el coche no fue competitivo él se sentía como en casa a la espera de su cantada llegada a Ferrari. Además, aprovechó la ocasión para ganar dos carreras imposibles, tanto que una de ellas, la de Singapur, se produjo por una mascarada de su compañero de equipo Nelsinho Piquet y el propio Briatore que al final costó el puesto a este y le dejó fuera del circo de la Fórmula 1.

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El adelantamiento más largo jamás logrado

Ya en la escudería italiana Alonso volvió a pelear por el Mundial, aunque la estrategia de los Red Bull en la última carrera de 2010, la de Abu Dhabi, y la actuación de un piloto de Renault, el ruso Vitaly Petrov, inclinaron la balanza del Mundial a favor de Sebastian Vettel, que ganó el primer campeonato de su carrera y arrebató a Alonso el título de campeón más joven de la historia.

En Abu Dabi a Alonso le bastaba con quedar justo por detrás de Mark Webber para llevarse el Mundial a casa, ya que le sacaba ocho puntos en la clasificación. Con Vettel, la cuenta era mejor aún, ya que aunque el alemán ganara la prueba al asturiano le valía con ser quinto. ¿Qué pasó en aquella carrera? A la lenta salida del Ferrari se sumó la estrategia de Red Bull, que llamó a boxes pronto a Webber y dejó en pista a Vettel.

El equipo austriaco jugó dos bazas cuando Alonso solo podía seguir una. Y eligió la primera, ya que entró poco después de Webber a cambiar sus neumáticos. El problema es que ambos se encontraron con tráfico en su vuelta a la pista y fueron incapaces de ganar posiciones para volver a su lugar natural.

Sebastian Vettel terminó ganando la carrera y aunque Alonso acabó por delante de Webber no pasó de la séptima plaza después de rodar más de media carrera detrás precisamente de un piloto de Renault: Vitaly Petrov. Del ruso se sospechó un exceso de celo al cerrar todas las puertas a lo largo -ni más ni menos- de 35 vueltas.

El español cogió el rebufo del ruso en la vuelta 20 y no lo pudo superar en toda la carrera, que se disputó a un total de 55 vueltas. Pocos aficionados recuerdan un intento de adelantamiento tan frustrante. "Alonso no me estaba doblando. No tenía que dejarle pasar. Simplemente hice mi trabajo", dijo el ruso al término de la carrera sin que nadie pudiera reprocharle nada por su actuación.

El vuelo de Romain Grosjean

Casi dos temporadas después de aquel incidente, otro piloto de Renault se cruzó -literalmente- en el camino de Fernando Alonso. Aunque a decir verdad más que cruzarse lo que hizo fue pasar por encima -también literalmente- del asturiano. Fue en la primera curva del último Gran Premio de Bélgica disputado en Spa Francorchamps.

La parrilla tenía en la primera plaza a Vettel, que junto a Webber formaba la primera línea. Grosjean salía desde la primera posición y Alonso, desde la sexta. Cuando se apagaron los semáforos Grosjean perdió posiciones y tuvo un toque con Lewis Hamilton. Llegó a la primera curva con su Renault fuera de control y pasó por encima de Fernando Alonso -sobre todo- y de Kamui Kobayasi. El español se quedó en la cuneta. Y fue lo mejor que le podía pasar, ya que el Renault a punto estuvo de impactar con su cabeza o sus manos en lo que podría haber sido un incidente fatal. Por eso no le debió doler tanto el cero con el que se quedó frente a los 18 puntos que recuperó Vettel.

La última ocasión en la que Alonso sufrió a un Renault aún está reciente en la memoria de los aficionados, ya que fue en la última carrera disputada del Mundial de F1. También fue en la primera curva nada más darse la salida de un gran premio, el de Japón. Salía primero Vettel, con Webber a su lado y Kobayasi y Grosjean por detrás. Alonso estaba en la sexta plaza y Raikkonen, en la séptima.

Cuando se dio la salida a la carrera el Ferrari de Alonso volvió a demostrar su falta de punch y Raikkonen no tardó en emparejar con él su Renault. La rueda delantera derecha del finlandés llegó a tocarse con la posterior izquierda del español en uno de esos toques tantas veces vistos en una salida pero que no siempre acaban en un pinchazo. Esta vez, sin embargo, la rueda de Alonso no aguantó el contacto.

La acción despertó algunas sospechas en el paddock, según informaba esta semana Manuel Franco en el Diario AS. "Hay que tener más cuidado en la salida, no se puede ir así. Raikkonen nunca tiene incidentes de este tipo, él estuvo en Ferrari, pero salió de allí por Alonso, no sé muy bien lo que ha pasado, pero así no se hacen las cosas", explicaba un ingeniero del circo de la Fórmula 1 al medio. De la boca de Alonso no salió reproche alguno... para Raikkonen. Sí regaló alguno para su equipo, del que dijo que no había aportado ninguna evolución en las últimas carreras.

El español perdió en Japón otros 25 puntos de renta con Vettel y ahora es líder con solo cuatro puntos de ventaja sobre el alemán (194 frente a 190). Quedan cinco carreras para que el Mundial de 2012 corone al tricampeón más joven de la historia, título al que aspiran y que pueden adjudicarse tanto Alonso -cuyo equipo promete una evolución importante para la recta final de la temporada- como Sebastian Vettel.

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