Bruselas califica de ambiciosas las reformas aprobadas por el Gobierno de Mariano Rajoy
En Bruselas temen que España se vea perjudicada por el pulso de Berlín contra la unión bancaria a pesar de las reformas que Rehn considera en la buena línea
España ha dado "otro paso importante", afirma el comisario Rehn, que destaca los cambios en el mercado laboral, la reforma de la formación profesional y el nuevo Consejo Fiscal independiente.
El comisario de Asuntos Económicos considera "ambicioso, concreto y bien enfocado" lo que ha aprobado el Gobierno, aunque su comentario escrito elude valorar los presupuestos y las previsiones de crecimiento. Las últimas realizadas desde la Comisión Europea, el pasado Mayo, calculaban un crecimiento negativo de -1.8 para este 2012 y de -0.3 para 2013, aunque estas cifras están pendientes de actualización en Noviembre.
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Rehn recuerda que España se enfrenta a "desequilibrios macroeconómicos considerables" y que lo aprobado en el Consejo de Ministros supone "un paso importante en la dirección adecuada" para su corrección. Aunque el comisario elude entrar en el debate sobre si estas reformas serán suficientes para que el Eurogrupo acepte activar el programa para compra de deuda, si fuera necesario.
Pulso europeo por la supervisión bancaria
La evaluación de los gobiernos europeos la harán los ministros de Economía el día 8 de octubre en una reunión prevista en Luxemburgo, la primera desde que los gobiernos de Alemania, Holanda y Finlandia se mostraran contrarios a acelerar los pactos para la creación de la unión bancaria.
Alemania exige que sus Cajas de Ahorro (las Sparkassen y sus cooperativas de ahorro vinculadas a los landers) queden al margen de la supervisión del BCE. Una reclamación convertida en un pulso contrarreloj que ha sorprendido a las instituciones y que es seguida con temor por muchos funcionarios porque sin pacto sobre la supervisión bancaria es imposible activar el programa para compra de deuda que necesita España.
"Hay que aceptar que las reclamaciones alemanas complican la situación de España", afirman en privado conocedores de las negociaciones, "porque introducen un elemento nuevo que es condicionar las soluciones que España pueda necesitar a otras cuestiones que no tienen que ver con su problema".
Una dinámica que suele ser habitual en la Unión Europea donde desde la ausencia de Sarkozy y su sustitución en la Presidencia de Francia por François Hollande muchos creían que se había puesto fin al "dictado alemán".
Pero las alianzas de Merkel con Finlandia y Holanda contradicen a quienes afirmaban que desde "la última Cumbre se ha empezado a hablar con libertad y pueden realizarse negociaciones de verdad porque las cosas ya no llegan pactadas de antemano entre los dos más grandes".
Berlín ha incluido además dentro del 'club de amigos' a Polonia, país cuyas reclamaciones para integrarse en la futura supervisión bancaria con derecho a voto son defendidas por la delegación alemana, a pesar de que la Comisión argumenta que esta opción es jurídicamente inviable hasta que Polonia no se integre en el euro. Una opción que interesa también al gobierno de Suecia, que en temas económicos siempre apoya a Berlín.
"Esta pelea puede tener consecuencias serias para España", afirman los expertos en las negociaciones europeas preocupados ante la división que amenaza con mantener aislados a los países con más problemas económicos. Y es que el gobierno de François Hollande, que en junio se estrenó como hombre de apertura y crítico con Berlín, no ha sido ni invitado a las reuniones celebradas por Alemania con Holanda y Finlandia.
"Es evidente que con su nota, estos países intentan modificar el contenidos de los acuerdos del Eurogrupo en Junio", dice un funcionario que, sin embargo, rechaza comentar si este pulso es contra François Hollande.
Francia e Italia intentaron, en la última reunión de Nicosia, agilizar la respuesta europea ante el problema del diferencial de la deuda española, pero sus argumentos han sido rechazados por Berlín y su grupo de aliados.