El Real Madrid ve la luz en Vallecas

El Real Madrid vuelve a las andadas y vence en Vallecas como más le gusta, con goles a la contra y sin sufrir ante un Rayo que peleó pero poco pudo hacer ante la efectividad blanca

El Rayo empezó acelerado, con ganas de agradar a su afición, en busca del gol rápido ante un Real Madrid pausado sereno y matador. En la segunda llegada de los de Mou apareció la efectividad tan característica del equipo blanco. Di María llevó una contra por la izquierda y encontró perfectamente a Benzema, que buscó el hueco entre los centrales y solo tuvo que empujar a gol la magnífica asistencia del 'Fideo'.

El gol descolocó a los Jémez, que durante los siguientes minutos se vieron superados en todo momento por las continuas cargas blancas sobre el área de Rubén. Primero Benzema en un mano y después el croata Modric, al que Mourinho otorgó la titularidad en lugar de Özil, se encontraron con la buena respuesta del arquero local, que evitó el aumento de la ventaja merengue.

Antes del descanso tuvo su ocasión el Rayo, Delibasic remató de cabeza en el área pero Casillas atajó la pelota con una buena palomita pero rechazo cayó en el pie de Casado que al disparar a gol y con Iker en el suelo se encontró con el pecho de Xabi Alonso en la misma línea de gol.

La segunda mitad arrancó con lo que pudo haber sido la jugada tonta de la jornada, Arbeloa cedió el balón a Iker sin mirar y no vio a Leo, que, al no esperarse la asistencia del defensa blanco, no atinó a resolver tan buen regalo.

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El Rayo poco a poco le iba comiendo terreno al Real Madrid y empezó a llevar bastante peligro a la portería blanca. José Carlos desde lejos y Amat en un córner estuvieron cerca de llevar el empate al marcador.

Pero cuando mejor estaba el Rayo apareció de nuevo Cristiano Ronaldo, el luso puso un centro raso que tocó en la mano de Amat, que en pleno escorzo por atajar el centro tocó involuntariamente la pelota con su brazo. El penalti, tan justo como involuntario, lo lanzó Cristiano Ronaldo para sentenciar el partido para el Madrid.

El Rayo desapareció tras el tanto y pudo recibir un par de goles si Higuaín hubiera llegado al pase de la muerte que le puso un generoso Cristiano Ronaldo y si el delantero luso no hubiera disparado al larguero cuando, sin portero y en el área pequeña, recibió un buen pase de Di María.

En Vallecas el Madrid funcionó a destellos, sin necesidad de tener la posesión del balón ni dominar el encuentro se encontró con dos goles que pudieron ser más ante un Rayo muy serio pero demasiado flojo atrás y con poca pólvora arriba.

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