Benedicto XVI llama a políticos y religiosos del Líbano a ser un ejemplo de paz
En el segundo día de su visita ha mantenido contactos con líderes musulmanes
El Papa ha llamado a los políticos, diplomáticos, religiosos, hombres y mujeres del mundo de la cultura del Líbano a ser ejemplo de paz "ahora más que nunca" y ha invitado a "dar testimonio con valor en su entorno, a tiempo y a destiempo, de que Dios quiere la paz y que confía en la paz", en el segundo día de su visita apostólica a este país de Oriente Próximo.
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Benedicto XVI ha realizado su visita de cortesía al Presidente de la República Libanesa en el Palacio Presidencial de Baabda, donde se ha reunido en privado primero con el presidente de la República, Michel Suleiman; con el presidente del Parlamento Libanés, Nabih Berri, y sucesivamente con el presidente del Consejo de Ministros, Nagib Mikati.
Posteriormente, el Pontífice se ha reunido con los jefes de las Comunidades Musulmanas suní, chií, drusa y alauí en el Salón de los Embajadores del Palacio Presidencial de Baabda.
Benedicto XVI ha subrayado que "hoy, las diferencias culturales, sociales, religiosas, deben llevar a vivir un tipo nuevo de fraternidad, donde lo que une es justamente el común sentido de la grandeza de toda persona, y el don que representa para ella misma, para los otros y para la humanidad. "En esto se encuentra el camino de la paz. En ello reside el compromiso que se nos pide", ha indicado.
Ha destacado que en el Líbano "el cristianismo y el Islam habitan el mismo espacio desde hace siglos. No es raro ver en la misma familia las dos religiones" y ha recordado que "lo específico de Oriente Medio se encuentra en la mezcla de diversos componentes". Por lo que ha apuntado que "una sociedad plural sólo existe con el respeto recíproco, con el deseo de conocer al otro y del diálogo continuo".
En este sentido, el Papa ha señalado que "este diálogo entre los hombres es posible únicamente siendo conscientes de que existen valores comunes a todas las grandes culturas, porque están enraizadas en la naturaleza de la persona humana" por lo que ha reiterado que "la libertad religiosa es el derecho fundamental del que dependen muchos otros".
En esta línea, ha remarcado que si "se quiere la paz", es necesario "defender la vida" y ha añadido que "esta lógica no solamente descalifica la guerra y los actos terroristas, sino también todo atentado contra la vida del ser humano, criatura querida por Dios".