España sufre ante Georgia en la primera defensa de su corona mundial

Vuelven los partidos oficiales y España no defrauda. Si hay algo más difícil que conseguir un título es mantenerlo. Y a España le toca defender la corona Mundial. Así va a ser ese largo tránsito hasta la cita de Brasil en 2014. Pero el primer obstáculo ha sido en Georgia, en el primer partido de la fase de clasificación para el próximo Mundial. Un duelo que fue complicadísimo para los jugadores de Del Bosque, que sufrieron para tener ocasiones ante una defensa muy cerrada.

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Para empezar bien la fase de clasificación para el Mundial 2014, donde España defenderá el título, Del Bosque optó por su once de gala. Solo sorprendió un nombre, el de Roberto Soldado. Si durante la Eurocopa el seleccionador prefirió jugar sin delantero centro nato, en el primer partido oficial después de la cita ha optado por un punta de área. Era la gran oportunidad para el atacante valenciano, quien se quedó fuera del torneo europeo.

Apenas hubo sorpresas. Una de las ventajas de la superioridad de España es que casi todas las selecciones juegan de la misma forma contra 'La Roja'. Los rivales esperan atrás preparados para salir al contragolpe. Ante esos planteamientos, la campeona de Europa y del mundo ya está acostumbrada, por lo que sabe lo que tiene que hacer. Ante Georgia no fue una excepción. Posesión garantizada con Busquets, Xabi Alonso y Xavi. Las bandas quedaban para la imaginación de Silva e Iniesta. El primer remate visitante llegó a balón parado. Sergio Ramos remató un saque de esquina a los diez minutos que Loria paró sin problemas.

En los últimos años España se ha acostumbrado a tener paciencia. Sabe cuándo tiene que aguantar la pelota, abrir a las bandas o realizar pases largos buscando desmarques. Para ello, la selección tiene al mejor jugador del mundo: Xavi. Una vez más, el catalán volvió a ser el 'jefe'. El equipo jugaba a lo que él quería y el azulgrana optó por la tranquilidad. El peligro llegaba principalmente por las bandas, sobre todo con Iniesta.

Sin embargo, el rival daba ponía muchas dificultades. Permanentemente había una línea de seis en el área de Georgia. Ante los obstáculos para derribar la muralla rival, la alternativa era probar el disparo desde larga distancia. Así lo entendió Silva, que tuvo la ocasión de abrir el marcador antes de la media hora, pero su lanzamiento se estrelló en la madera. Era la segunda ocasión de gol. Y es que a la selección española le costaba acabar las jugadas. La defensa georgiana parecía aguantar la ofensiva de la tricampeona. Siempre se dice que en este tipo de encuentros la victoria es cuestión de abrir la lata. El problema era que el primer gol no llegaba.

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El equipo de Del Bosque lo intentaba de todas las formas. Trataban de entrar en el área a base de combinaciones por el centro, con la subida de Arbeloa y Jordi Alba por los laterales, con desplazamientos en largo de Xabi Alonso por sorpresa... Pero no había manera. El primer tanto estuvo a punto de llegar antes del descanso. Primero fue Xavi, que disparó desde la frontal del área, pero Loria estuvo muy acertado con una gran parada con su mano izquierda. Todavía fue mejor la siguiente, cuando salvó un mano a mano con Soldado. Así acabó la primera parte, con España arrinconando a su rival. El balón era español, con un 81% de la posesión, pero no era suficiente. Es cierto que Casillas no pasó ningún apuro, pero los georgianos estaban cómodos con esa situación. Para ellos, el 0-0 era una victoria.

Daba la sensación de que el equipo necesitaba los extremos, algo de aire fresco, pero Del Bosque no pensó lo mismo y no hizo cambios tras el descanso. El equipo debía empezar al máximo. A medida que pasasen los minutos, los nervios irían apareciendo y la confianza de los georgianos iría en aumento. No obstante, los que salieron animados fueron los locales. De hecho, llegaron a tener una ocasión clarísima. Mchedlidze disparó al palo en el minuto 53 y metió el miedo en el cuerpo a España. 'La Roja' seguía jugando como en la primera parte, pero con menos confianza. Llegaba con facilidad a la frontal del área rival. Ahí empezaban los problemas. Faltaba imaginación e ideas para abrir la defensa contraria. Algo más tarde de lo esperado, el seleccionador nacional hizo los cambios. El equipo necesitaba velocidad y nadie mejor que Pedro para darle rapidez al ataque. Más de uno echaba de menos a Cazorla, que se salió ante Arabia Saudí. El asturiano entró a falta de 25 minutos.

La entrada de los cambios pareció espabilar al ataque español. Poco a poco Georgia dejó de 'amenazar' con algún contragolpe. Siete jugadores locales estaban encerrados en su área y los otros tres en la frontal. El ritmo del encuentro cambió. Había más movilidad en ataque, pero las ocasiones seguían sin llegar. A falta de veinte minutos, la suerte pareció esquivar a Georgia, ya que su portero titular tuvo que ser sustituido después de un choque con un compañero. Su lugar lo ocupó Roin Kvaskhvadze. Quedaban quince minutos y el panorama no mejoraba. Se echaba en falta la aparición de jugadores como Iniesta, que en la segunda parte fue de más a menos. A falta de diez minutos, Del Bosque arriesgó e introdujo a Cesc por Arbeloa. Con tres defensas era suficiente.

La espera tuvo recompensa y el ansiado tanto llegó a falta de cinco minutos. Tras una gran jugada por la banda derecha de Pedro, el balón llegó a Cesc y el catalán centró raso para que Soldado empujara el balón a la portería de Georgia. De esta manera, el ariete valencianista se resarce del claro fallo que cometió en la primera parte en el mano a mano frente a Loria. Si el partido hubiese acabado en empate, Soldado habría sido uno de los más criticados del equipo, sobre todo porque Torres y Villa no jugaron ni un minuto. El tanto sirve para salvar un partido que estaba atascado y para dar confianza a un ariete que la necesita. Era su gran oportunidad y, aunque fuese en el tramo final, la aprovechó. Hay que reconocer que al delantero valencianista apenas le llegaron balones en condiciones, pero se nota que le faltan partidos en el combinado nacional.

Después del partido solo hubo un susto en el minuto 93, cuando Sirbiladze disparó dentro del área, pero apareció Segio Ramos para despejar. Con mucho sufrimiento, pero la victoria llegó. La primera piedra hacia el Mundial de 2014 ya está superada. El triunfo tiene más importancia de lo que parece. Para conseguir el primer puesto que de acceso directo a Brasil hay que ganar estos partidos a la espera de los enfrentamientos directos con Francia. Los duelos frente a los galos decidirán las dos primeras posiciones del grupo.

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