La seguridad aérea, cuatro años después del accidente de Barajas con 154 muertos
Ana Pastor, ministra de Fomento: "Estamos trabajando en ello"
Madrid
La ministra de Fomento, Ana Pastor, ha señalado, a pregunta de la Cadena SER, que el Gobierno "está trabajando para poder prevenir y evitar" accidentes como el de Barajas, en el que murieron 154 personas al estrellarse un avión en Spanair, y que "la Agencia Española de Seguridad Aérea trabaja de forma intensa para que no se vulnere ninguno de los elementos de la seguridad aérea, un área primordial para el gobierno".
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Pero la ministra no ha concretado la respuesta de la Administración a cada una de las recomendaciones planteadas por la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil. Este órgano, adscrito al Ministerio de Fomento, emitió en julio de 2011 su informe definitivo sobre el accidente ocurrido en Barajas casi tres años antes. En él recomienda que se adopten una serie de medidas para intentar evitar que se repitan en el futuro algunos fallos y errores que ha considerado decisivos en el origen del siniestro.
Una treintena de recomendaciones
El informe de la Comisión recomienda que se compruebe el funcionamiento de aparatos y sistemas antes del despegue, para evitar fallos como la mala configuración de las alas, clave en el accidente.
Que se conciencie a los pilotos de que en los momentos críticos como el despegue o el aterrizaje, no debe haber personas ajenas a la tripulación en la cabina de vuelo, en la que debe prohibirse también utilizar teléfonos móviles y demás dispositivos electrónicos de uso personal. Ambas situaciones se dieron en el momento del siniestro.
Mejorar el entrenamiento para enderezar el avión si hay problemas para remontar el vuelo en el despegue -recuperación de pérdida, se dice en el sector-. Los pilotos del vuelo de Spanair se vieron en esa situación al despegar y no fueron capaces de subsanarla.
Que se defina mejor qué aparatos del avión pueden ser desconectados sin que suponga un riesgo para la seguridad. Y que se aclare mejor cuándo hay que investigar el origen de una avería hasta el final sin limitarse a desconectar un aparato que no funcione. Hubo un intenso debate por la desconexión de una sonda de temperatura antes del despegue, pero al final, según la Comisión, no se ha demostrado que fuese decisivo en el siniestro.
Mejorar las labores de rescate
Otras recomendaciones de la comisión se centraban en las tareas de rescate, tras el siniestro, con algunas dirigidas al aeropuerto de Barajas y Aena.
Cuestionaba, en primer lugar, la existencia de una valla interna que rodeaba la pista 36L, desde donde despegó el avión de Spanair. Según el informe, esta valla fue un obstáculo para los servicios de rescate, que no pudieron acceder rápidamente hasta el lugar del siniestro.
Insistía, también, en la necesidad de mejorar la eficacia de los Servicios de Salvamento y Extinción de incendios, otra de las áreas más cuestionadas tras el accidente. Para ello, recomendaba a AENA que el personal de control asuma más funciones de coordinación en las tareas de rescate, y en general, que se mejoren los mecanismos de comunicación entre todos los equipos involucrados. En este caso el informe sostenía que se produjeron problemas de comunicación entre la torre de control y los servicios de extinción de incendios por la descoordinación de las frecuencias radiofónicas empleadas, lo que habría impedido compartir información clave en los momentos iniciales.
Asimismo, la comisión de investigación aconsejaba a AENA intensificar la formación en primeros auxilios y que se complementase con cursos de salvamento acuático en los aeropuertos que lo requieran. Hay que recordar que parte del avión siniestrado cayó en un arroyo con bastante caudal, lo que provocó la muerte por ahogamiento de dos personas. Los primeros bomberos de Barajas que llegaron al lugar del siniestro no habían recibido formación en primeros auxilios antes del accidente, según detalla el informe.
Aena ha elaborado un informe en el que asegura que ha cumplido ya todas las recomendaciones de la Comisión de Investigación, y que incluso ha adoptado algunas medidas suplementarias.
Spanair ha dejado de operar, y casi no vuelan aparatos como el siniestrado
Spanair dejó de operar el pasado mes de enero. Y ya casi no quedan en España aparatos McDonnell Douglas de la serie 80, como el que sufrió el accidente, que era un MD-82. Una aerolínea española, Swift Air, sí tiene en su flota MD-83... y tienen aparatos del modelo 82, como el siniestrado, aerolíneas extranjeras que realizan vuelan a nuestro país, como Alitalia, Meridiana y SAS. La Comisión de Investigación del accidente recomendaba que se clarifique bien qué tiene que hacer cada miembro de la tripulación de estos aparatos para asegurar que se configuran bien las alas. Y que se garantice mejor que funcione el sistema de alarma si se da el caso de que las alas estén mal configuradas.