Caballero Bonald: "La gente está apaciguada"

Caballero Bonald es el último superviviente de la Generación del '50. A sus 85 años ya tiene prevista una fiesta para el 2051. Será entonces cuando cumpla los 125 y se abra la caja con su legado en el Instituto Cervantes. Es un poeta firmemente convencido de que nuestra sociedad tiene averías en la moral colectiva. Recibe a Juan Cruz en su casa, donde los libros invaden las paredes. El título del programa supone un reto: "¿Cómo explicamos esto?". Asegura que es incapaz de explicar este país. Se excusa: "la economía me ha pillado mayor".

¿De qué sirve la poesía?

Caballero Bonald es poeta y es tajante: " no me importa que la poesía no sirva para nada" . Pero añade: "La palabra pensada y luego escrita tiene una especial seducción, mucho más que la música. La poesía es una mezcla de alivio y de drama. Creo que la poesía es purgativa, te libera de cosas recónditas y escondidas ". El ejemplo más claro su "Manual de infractores". Recuerda que la Guerra de Irak le hizo adoptar una actitud "iracunda contra lo insólito, lo miserable, lo injusto, lo terrible de esa guerra. Esa sensación de impotencia ante la crueldad ajena".

Un país sin reacción

Le fascina la agitada vida de Espronceda: fundador de una sociedad secreta, desterrado, diputado. Quizás por eso busque esa energía en una sociedad que le ha defraudado: "No me gusta cómo está el país y no me gusta cómo reacciona la sociedad ante hechos delictivos que saltan a la vista. . La gente está apaciguada, no hay reacciones. La despreocupación es muy grave". Las esperanzas se las devolvió el 15M: "Me hizo sentir eufórico y recuperé el optimismo perdido. Volvió la esperanza de que estaba ocurriendo algo que iba a enfrentarse a las cosas que ocurrían. Pero es un movimiento asambleario dificil de sistematizar". Esa falta de energía en la sociedad y la perplejidad colectiva es contagiosa, incluso para él: " soy muy viejo y las cosas me afectan y me hacen enmudecer, como si no tuviera capacidad de enfrentarme a tantas averías en la moral colectiva". Por eso, se reprocha "ser incapaz de explicar este país".

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La Transición está pendiente

Cree que la Transición fue incompleta, "un acto apresurado". Lo resume como "un pacto donde la izquierda admitió algo para no perderlo todo y donde la derecha cedió algo para no perder nada. Ha quedado un Franquismo latente que resurge de cuando en cuando ". Un ejemplo de ello es el Obispo de Alcalá de Henares, al que considera un ejemplo "intolerable", tras sus opiniones contrarias a los homosexuales. Caballero Bonald no se plantea soluciones a corto plazo: "Los gobernantes quieren ser distribuidores de la justicia económica, pero el bien común no existe. Sólo existen administrativos."