Rajoy y sus circunstancias

Subir el IVA, recortar las prestaciones por desempleo o bajar el salario a los empleados públicos. Medidas que Rajoy justifica diciendo que no le queda "más remedio" que tomarlas aunque no le gustan. Igual que Zapatero hace dos años explica el giro radical de su política alegando que no ha cambiado él, sino las circunstancias.

El presidente del Gobierno ha pulverizado prácticamente todas su promesas electorales. Sube el IVA, algo a lo que su partido se opuso hasta pidiendo firmas en la calle. Baja la prestación por desempleo, cuestión que negó repetidamente en el famoso debate cara a cara con Rubalcaba en noviembre. Anula la deducción por vivienda que había eliminado el PSOE y que él mismo recuperó. Y quita una paga a los empleados públicos, es decir, les baja el sueldo, algo que subrayó no haría para cargar contra quien sí lo hizo, José Luis Rodríguez Zapatero.

Al escuchar el discurso de Rajoy, parecía estar oyendo por momentos al ex presidente del Gobierno. Sensación de "déjà vu". Zapatero también habló al hacer su ajuste de "medidas excepcionales para un momento excepcional". También justificaba sus decisiones porque "no queda más remedio". Y repetía aquello de que "no he cambiado de criterio, pero han cambiado las circunstancias y tengo que adaptarme a ellas".

Obligado por esas circunstancias, además de un giro absoluto en su política, Rajoy dejaba de lado su costumbre de no explicar personalmente los recortes y de dejar el trago amargo a su vicepresidenta. Finalmente accedía a poner su voz en el Congreso de los Diputados al tijeretazo de 65.000 millones de euros, como le pedía toda la oposición y como consideraban imprescindible también muchos en su partido.

Para colmo del cambio, aunque involuntario, a Mariano Rajoy se le escapaba la palabra "rescate" al hablar de la ayuda para la banca a la que hasta ahora no había pasado de llamar "línea de crédito" o "facilidad financiera".

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