Hollande acaricia una amplia mayoría de izquierdas en la Asamblea Nacional
La izquierda en su conjunto ha ganado con una amplia mayoría -más del 47% de los sufragios, según las primeras proyecciones a pie de urna- la primera vuelta de las elecciones legislativas francesas
En su traducción en escaños las elecciones dejan la puerta abierta incluso a una mayoría absoluta del Partido Socialista en solitario el próximo domingo.
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La primera secretaria de los socialista, Martine Aubry, se ha adelantado al reafirmar las alianzas ya establecidas con Los Verdes y el Partido Comunista para consolidar "una amplia mayoría para el Presidente Hollande" y llevar a cabo la agenda de objetivos -de la reforma fiscal a la recuperación de Europa a través de políticas activas de crecimiento- que volvió a detallar el primer ministro, Jean Marc Ayrault, en una declaración solemne. Por otro lado, ninguno de sus ministros ve en riesgo su puesto en el gobierno que debería dejar en caso de derrota el día 17.
La derecha consolida un honorable 35%, aunque sería mayorítaria en votos con los del Frente Nacional. Una alianza que han rechazado varios dirigentes de la UMP pese a que algunos de sus candidatos podrían ser elegidos en la segunda vuelta.
Con su movimiento Bleu Marine, la extrema derecha consigue mantener un elevado porcentaje de votos en unas legislativas con algo más del 13% de los sufragios a nivel nacional pero no tiene expectativas ni de conseguir grupo propio ni de provocar la explosión de la derecha pese al llamamiento a "recomponer la oposición" formulado por su líder, Marine Le Pen, quien ha ganado en su circunscripción y podría obtener su escaño en la Asamblea Nacional.
Los dos grandes derrotados de esta primera vuelta son dos de los candidatos a la elección presidencial. El radical de izquierda, Jean Luc Melenchon, que eligió retar a Marine Le Pen en su propio feudo y no pasó el corte del 12,5% de votos necesarios, y el centrista François Bayrou, cuya formación está en vías de desaparición y él mismo podría perder la reelección en una triangular con los candidatos de la UMP y el PS.
El único pero a esta elección es la elevada abstención: un 40%, que supone superar el record ya establecido en 2007. De ahí que el Palacio del Elíseo haya anunciado que en otoño abrirá una concertación con los partidios políticos para decidir una eventual modificación del calendario electoral.
