Diez factores que han permitido al Real Madrid ser campeón de Liga y destronar al Barcelona

La tremenda pegada del Madrid en ataque, el nivel estelar mostrado por Cristiano, la competencia entre Benzema e Higuaín, la victoria en el Camp Nou y la capacidad para remontar marcadores en contra son algunos de los factores que han llevado al equipo de Mourinho a hacerse con la trigésimo segunda Liga para el club de Concha Espina.

1. La fortaleza física como bandera

El técnico portugués empezó la temporada queriendo dar un golpe de mano ante el F.C. Barcelona en la Supercopa de España. Haciendo el suyo el dicho que indica que el que da primero da dos veces preparó a su equipo para estar un escalón por encima de su rival, que en las anteriores temporadas -a pesar de su hegemonía- había ido incrementando su poderío físico poco a poco hasta alcanzar su mayor nivel en el momento en el que, en principio, la Liga y la Champions entran en su fase crucial.

El Madrid le plantó cara al equipo de Guardiola. Demostró estar muy por encima físicamente, pero no en lo futbolístico. En el Bernabéu se tuvo que conformar con un empate a dos. Y en el Camp Nou perdió 3-2... y los nervios, como demostró el dedazo de José Mourinho a Tito Vilanova. Sin embargo, el Madrid ha mantenido ese nivel físico a lo largo de todo el año y apenas se le han notado bajones, algo que sí le ha ocurrido al Barcelona en algunos momentos, sobre todo en encuentros fuera de casa, cuando se le juntaban demasiados partidos de Liga, Copa y Champions.

2. El nivel estelar de Cristiano Ronaldo

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¿Qué sería del Real Madrid sin Cristiano? El equipo blanco tiene una gran plantilla, con internacionales en todos los puestos y con un banquillo más que suficiente para afrontar todas las competiciones. Sin embargo, el portugués ha vuelto a demostrar -y más que nunca- que es el jugador decisivo del plantel.

En su mano a mano contra Leo Messi, en el que ambos retroalimentan su ambición y su genialidad, Cristiano ha seguido creciendo hasta el punto de superar ampliamente su marca de goles de la temporada anterior, en la que hizo 41 dianas. Tras su paso por San Mamés había acumulado 44 en el campeonato doméstico -una cifra solo al alcance de Messi en las principales ligas europeas-, a los que habría que sumar otra decena en la Champions, tres en la Copa del Rey y uno en la Supercopa de España.

3. La competencia en el puesto del nueve

Benzema e Higuaín. Higuaín y Benzema. Dos nueves de nivel mundial para un mismo equipo. El resultado, 42 goles en la Liga entre ambos. Los dos máximos goleadores del Barcelona -sin contar a Messi-, son Alexis y Xavi, que suman 22 tantos.

Está claro que la competencia en ese puesto ha espoleado a los dos jugadores, si bien parece que la consolidación del francés como titular ha terminado por desesperar al argentino, que parece pensar en un futuro lejos del Bernabéu. De hecho, hay medios que ya informan del interés del Real Madrid por traspasarlo a otro equipo. El PSG francés es uno de los mayores interesados en su contratación.

4. La profundidad del banquillo blanco

Aunque Mourinho ha querido tener un once más o menos estable esta temporada, ha contado con un banquillo algo más experto que el de su rival. Si el del Barcelona se caracterizaba por su juventud, el del Real Madrid tenía mucha más veteranía y kilómetros en competiciones de alto nivel. Así Mourinho ha tenido a todo un Kaká para sustituir a Özil, a un Coentrao -fichaje de más de 30 millones- para alternarlo con Marcelo, a un Granero para dar aire al centro del campo...

Incluso Varane y Callejón, jugadores con menos relumbrón que los anteriores, han rendido a gran nivel cuando se les ha necesitado. Prueba de ello son los cinco goles de Callejón, que ha sido titular solo en cuatro partidos de Liga pero ha participado en un total de 23.

5. El potencial goleador del equipo

A falta de siete fechas para el término del campeonato, el equipo de Mourinho igualó el récord goleador de 107 goles que había establecido en la temporada 1989-90 el Madrid de John Benjamin Toshack. El segundo técnico del Real Madrid, Aitor Karanka, le dedicó la cifra "a los que dicen que Mourinho es un técnico defensivo".

Los números no pueden ser más elocuentes. En casi la mitad de los partidos disputados (47,2%), el Real Madrid ha marcado cuatro o más goles. Es decir, ha logrado goleada tras goleada. Muchas de ellas lejos del Bernabéu. Algunas de las más notables, el 0-4 al Espanyol (jornada 7), el 0-4 al Málaga (jornada 9), el 7-1 a Osasuna (jornada 12), el 2-6 al Sevilla (jornada 17) y el 1-4 al Atlético en el Vicente Calderón, entre otras.

6. La capacidad para darle la vuelta al marcador

Pese a su superioridad respecto a la inmensa mayoría de los rivales de la Liga, el Real Madrid se ha visto sorprendido en muchas ocasiones a lo largo del campeonato pero ha sabido superar la situación y conseguir los tres puntos.

Concretamente, el equipo de José Mourinho ha ejecutado ocho remontadas a lo largo del campeonato: ante el Rayo pasó del 0-1 al 6-2 (jornada 6), con el Atlético pasó del 0-1 al 4-1 (jornada 14), ante el Mallorca convirtió un 1-0 en un 1-2 (jornada 19), contra el Athletic hizo un 4-1 a pesar de haber empezado con un 0-1 (jornada 1)...

Suma y sigue en la segunda vuelta: del 0-1 al 3-1 contra el Zaragoza (jornada 21), del 0-1 al 4-2 ante el Levante (jornada 21), del 1-0 al 2-3 en el Villamarín (jornada 27) y del 0-1 al 3-1 en el Bernabéu contra el Sporting (jornada 34).

7. La solidez defensiva

La brillantez madridista en ataque no puede eclipsar su buen funcionamiento del medio del campo hacia atrás. Porque su récord goleador ha sido compatible con un registro de goles en contra muy bajo. En 35 partidos -antes de San Mamés-, el equipo ha encajado solo 30 tantos. El año pasado, el Real Madrid acabó el campeonato con solo 33 encajados y hace dos, con 35. De hecho, Casillas está peleando, como casi cada año a final de temporada, con Víctor Valdés por ser el portero menos goleado de la Liga. La pugna, en cualquier caso, vuelve a estar complicada para el de Móstoles, ya que es difícil que Valdés reaparezca en la Liga porque Guardiola quiere dar minutos a Pinto antes de la final de la Copa.

8. Sobreponerse a la derrota ante el Barcelona en el Bernabéu

Los enfrentamientos directos con el F.C. Barcelona han dejado demasiadas heridas para el Real Madrid en los últimos tiempos. Esta campaña, sin embargo, todo ha sido diferente. Los de Mourinho no han conseguido ganar a su eterno rival en el coliseo blanco, pero eso no les ha impedido demostrar su superioridad en esta campaña.

Los blancos primero fueron incapaces de llevarse la victoria en la ida de la Supercopa -el marcador registró un empate a dos- y en la Liga, los de Guardiola se llevaron los tres puntos remontando el gol inicial de Benzema y transformándolo en un 1-3. ¿Salió tocado el Madrid de ese choque? En absoluto. Desde la jornada 16, en la que se produjo el trance, el Real Madrid encadenó diez victorias consecutivas en la Liga.

9. Ganar en el Camp Nou

Pero el golpe final a la Liga lo dio el Real Madrid en el Camp Nou. En una persecución implacable, el Barcelona había reducido la ventaja del equipo blanco de diez a cuatro puntos. Y en sus cábalas siempre estaba salir de ese partido con una desventaja de solo un punto.

A los de Guardiola no le salieron las cuentas como estaba previsto. En un duelo que el Madrid planteó sin los complejos de choques anteriores, los blancos consiguieron una clara victoria con goles de Khedira y Cristiano Ronaldo.

Se vio sobre el césped a un Barcelona desdibujado y en ocasiones desarbolado por el mayor ahínco de los blancos, convencidos desde el primer momento de que se estaban jugando el cetro español y en el que andaban en el intento de hacerse con el europeo, si bien ambos cayeron eliminados solo unos días después de la Champions a manos del Bayern de Múnich y el Chelsea. Sin duda, el intenso duelo que han tenido a lo largo de todo el campeonato les pasó factura en ese momento decisivo en la máxima competición continental.

10. La menor exposición de Mourinho a la opinión pública

Si de llamar la atención va esto del fútbol, el técnico portugués no pudo comenzar mejor la temporada. En el partido de vuelta de la Supercopa de España protagonizó uno de los momentos más extraños del año cuando -quién sabe en qué debía estar pensando- en plena trifulca de jugadores y banquillos terminó metiendo un dedo en el ojo del segundo técnico y futuro primer entrenador del Barcelona, Tito Vilanova.

Pero a medida que fue transcurriendo la campaña, el entrenador del Real Madrid fue dando pasos hacia atrás. Quizá por no decir públicamente lo que pensaba sobre los árbitros o sobre los rivales, ya que cuando habló siguió levantando tantas ampollas como siempre.

Pero el hecho cierto es que decidió delegar en Aitor Karanka la mayor parte de las ruedas de prensa. E incluso, a su manera, encontró buenas palabras cuando el propio Vilanova tuvo problemas de salud. O cuando Guardiola anunció su marcha del Barcelona. El caso es que esa reducción de su exposición a los fotos pareció venirle bien a un vestuario que pasó la temporada sin grandes sobresaltos. El mayor, quizá, la foto de Coentrao fumando a la puerta de un local en Madrid.

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