Fuera complejos
La pasión por la moda nunca puede estar condicionada a la báscula.
Vestido de Adolfo Domínguez(ECI)
Los modelos que aparecen en los anuncios son simplemente eso, modelos, no una representación de la realidad que encontramos en la calle, y como tal hay que tratarlos.
Antes de plantearse cualquier renovación de vestuario, lo más importante es aceptar el cuerpo que tenemos para evitar conflictos innecesarios y, por supuesto, cometer uno de los dos errores más frecuentes entre los usuarios de cualquier tamaño.
El primero es intentar vestir con prendas de talla más pequeña de las que nos corresponde, porque lo único que creamos es una sensación de ahogo interior y exterior nada favorecedor que, además, solo aumenta la inseguridad.
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El segundo consiste en hacer justamente lo contrario, vestir con ropas excesivamente grandes pensando que así vamos a esconder aquello que no queremos enseñar cuando, en realidad, la sensación visual es justamente la contraria.
No hace falta tener un master en moda para sacarse partido cuando nos encontramos en esta situación. Basta con tener siempre presente unos pequeños consejos que nos ayudarán a conseguirlo sin demasiado esfuerzo.
Para empezar, hay que olvidarse de la creencia popular que asegura que los colores claros y los estampados, sobre todo los de líneas horizontales, son los grandes enemigos. Mentira. Un buen corte es mucho más importante que el motivo de la tela que usamos. De hecho, cuando el patronaje es el adecuado, en el resto todo vale.
Las camisetas y blusas con cuellos en V y los escotes ligeramente pronunciados también son un must para el diseño de las tallas grandes, porque estilizan el cuello. Acompañándolas de una chaqueta abierta de manga francesa y comprobarás lo absurdo de tener miedo a enseñar un poco de carne.
La austeridad, sin embargo, sí debe imperar a la hora de escoger los accesorios, que deben elegirse con sabiduría para no añadir volúmenes innecesarios a nuestro look. No es ningún secreto que los zapatos de tacón alto ayudan a transmitir la sensación de piernas largas. Huye de la suela plana y utilízalos siempre que tengas ocasión. Sobre unos zapatos de vértigo no hay complejo que valga.
