Morada o floreada: ¿cómo es tu Semana Santa?

El destino de las vacaciones marca también nuestro look en esta época, aunque no siempre sea de una manera consciente

Así como asociamos el verano a los sombreros de paja y el invierno a los jerseys de cachemir, la Semana Santa está a medio camino entre lo uno y lo otro. Es primavera, pero los matices de estas fechas son bien distintos.

Si eres de los que está de vacaciones y has elegido un destino para darte el primer chapuzón del año, tu look será más próximo al verano: habrás sacado los bañadores del trastero o quizás te hayas lanzado al córner de tu tienda preferida donde está lo último en trajes de baño. Llevarás también bermudas y camisetas de manga corta y los cololores de tu maleta serán alegres, vivos e incluso floreados.

Si, en cambio, estás en tu ciudad o te has ido a disfrutar de la Semana Santa más tradicional a algún otro lugar, seguro que todavía no te atreves a sacar el color de tu armario. Estarás en ese momento raro en el que los escaparates de las tiendas reflejan toda clase de luz y color, pero los capuchinos de las cofradías van vestidos de invierno, porque los colores de las procesiones son invernales: rojo, morado, negro... Así que, si te metes de lleno en la Semana Santa más tradicional, seguro que tu ropa es gris, porque el negro ya no te apetece, pero no te has lanzado todavía a los colores claro que ofrece la nueva temporada.

Existe una relación, que no siempre es consciente, entre lo que vestimos y lo que vamos a hacer, pero no solamente por lo práctico de llevar bañador a la playa, sino porque organizamos el "qué me pongo" según lo que vemos alrededor. Estas fechas están llenas de contrastes.

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