'Hellas Hell': el infierno griego de los migrantes

Edris se pregunta "¿Esto es Europa? Esto no es Europa. Esto es el infierno". Su entretenimiento, tocar una guitarra imaginaria, mientras suena "Hotel California". Es sudanés y ha comprobado en Grecia que la tierra de derechos y libertades no era como se la imaginaba. En realidad, Edris no vive un infierno, sino un limbo jurídico y humanitario. La suya es una de las historias que se multiplican en el documental "Hellas Hell" de Gabriel Pecot, Antonio Rull y Romina Peñate

Tres periodistas leyeron un informe que denunciaba la alarmante situación de los migrantes en Grecia. Decidieron viajar allí, para comprobar si la realidad era tan dura. El resultado se llama "Hellas Hell", se ve on line y se puede colaborar económicamente después de verlo. La tesis del documental sostiene que la indiferencia hacia los inmigrantes no es fruto de la crisis, sino de una voluntad política coordinada. Uno de sus autores, Gabriel Pecot, sostiene que "la situación ha ido empeorando con la crisis, pero el gobierno griego invierte 5 millones de euros para construir una valla entre Grecia y Turquía, mientras dice no tener dinero para dar techo y alimento para esos refugiados".

El sociólogo Enrique Gil Calvo sostiene que estas vallas son una metáfora: "al lado de la valla, hay un foso que, como en los castillos medievales, rodea a la "fortaleza europea". Allí están los inmigrantes a los que no se quiere asilar. Y ahí están, en un limbo". Se trata de un limbo jurídico en el que los posibles solicitantes de asilo, están totalmente bloqueados. Grecia concede el 0.04% de las peticiones, a pesar de que el 90% de los migrantes de la UE entran a través de la frontera greco turca. Ese 0.04% supone apenas una decena de personas al año.

Mientras en España se pide el cierre de los CIE, Gabriel Pecot recuerda una de las peticiones de estos inmigrantes que se encuentran en Grecia: "piden que se les meta en un Centro de Internamiento. Sólo para tener comida y techo".

El reglamento Dublín II supone que si alguna de estas personas alcanza otro país europeo, debe ser devuelto al primer país de la Unión Europea al que llegó. Gabriel asegura: "En Grecia, ha servido como herramienta perversa para justificar que el resto de países devuelvan a los solicitantes de asilo, pese a que los estados saben que las condiciones de vida son infrahumanas". José Martín Pérez de Nanclares, catedrático de Derecho Internacional Público de la Universidad de Salamanca y experto en asilo en la Unión Europea recuerda que los estados "pueden no devolver a estas personas, si hay una violación de los derechos fundamentales. Es un problema de voluntad política". Por lo tanto, existe una clase política que se muestra convencida de que ha habido un abuso del Convenio de Ginebra. El catedrático añade: "el Tribunal de Justicia ha denunciado el incumplimiento de los derechos fundamentales. Pero los ministros no lo han cambiado, porque no quieren"

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De todas las historias, Gabriel Pecot recuerda la de un joven afgano de 15 años. Tras dos años intentando llegar a Italia, lo ha conseguido. Su única esperanza "que no le devuelvan a Grecia".