La Audiencia juzga a los miembros Ardor de Estómago por un delito contra la Corona

Los músicos solo han contestado a preguntas de sus abogados y han negado que compusieran o interpretaran la canción, o que estuvieran de acuerdo con la letra.

Los tres integrantes de la banda, Miguel García Granda, Ibai Rivas Arbinaga y Endika Berecibar Lacalle, se han pronunciado en este sentido en un juicio en que la Fiscalía ha pedido que paguen una multa de 1.800 euros, mientras la acusación popular ejercida por la Fundación para la Defensa de la Nación Española (DENAES) ha elevado la cantidad a 288.000 euros más otros 100.000 en concepto de responsabilidad civil.

Los tres se han declarado inocentes y han dicho a sus defensas que ni compusieron ni interpretaron la canción Una historia real, editada en un CD con motivo de la IV Muestra de Música Joven patrocinada por el Ayuntamiento de Segovia.

Además, han subrayado que tampoco comparten sus letras, en las que se refieren reiteradamente al monarca como "hijo puta" y "bastardo". El alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes, ha admitido que se produjo "un error" en el Ayuntamiento que provocó que se grabara el CD en 2010 sin que el concejal responsable del área, Javier Arranz, ni los técnicos municipales escuchasen antes el contenido de la letra. Tras una denuncia del PP, el alcalde socialista cesó al concejal y a los técnicos, retiró los ejemplares grabados y puso el asunto en manos de la Fiscalía para que abriese la oportuna investigación y depurase responsabilidades.

La fiscal considera acreditado que los tres acusados son los integrantes de Ardor de Estómago, puesto que aparecen identificados en las bases del certamen, y que la letra resulta "injuriosa y lesiona la dignidad de cualquier persona y también del rey". Por su parte, el letrado José Ramón Montero, que representa a Denaes, ha destacado que la canción es "una ofensa absolutamente personal y repulsiva".

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Por último, la defensa de los acusados ha insistido en que los miembros del grupo "son españoles" y "no partícipes de ninguna minoría". Sostiene que "no ha quedado acreditada la autoría" y que "no existe ninguna prueba de cargo" contra sus clientes. El juicio ha quedado visto para sentencia.