'Alaska y Mario', discípulos de Warhol
La pareja, guiada por el paroxismo y lo pop, convierte su luna de miel en un atípico "viaje de fin de curso" para la segunda temporada del exitoso reality
Decía Andy Warhol en los años 70 que "en el futuro todo el mundo sería famoso durante 15 minutos, todo el mundo debería tener derecho a 15 minutos de gloria". Alaska y Mario han buscado alargar y perpetuar este tiempo. Se sienten cómodos con la fama y la sobreexposición mediática. No engañan a nadie, han construido su vida bajo esta filosofía y saben manejarla.
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"A nosotros la fama nos encanta por concepto. Alaska quería ser famosa a los 12 años, lo consiguió a los 14. Yo también quería ser famoso y lo he conseguido a los 37 años. No me molesta que me pare la gente, es más, me molestaría que después de hacer un reality y estar en un programa de éxito como 'El Hormiguero', la gente no me parara por la calle". Alaska y Mario se declaran 'warholianos', consideran al artista americano su 'Dios', y aplican su filosofía de la necesidad de crear iconos a los que admirar.
Ellos lo interpretan de forma libre, con naturalidad, sin revestir su vida de guiones. Es un artificio instalado en la normalidad, sin misterios por sus raíces punk. "Si quisiera crearme un personaje, hubiera hecho otras cosas. No tengo esa capacidad. Requiere genialidad, y yo soy genial a niveles muy bajitos. Esto demuestra en parte un punto de soberbia, estás seguro de lo que eres y es una continua reafirmación. Soy un poco inculto porque hay cosas que no me interesan, pero me salva mi inteligencia emocional", dice Vaquerizo.
Ambos se sienten cómodos con la sobreexposición mediática. "Warhol es: te gusta la fama, te gusta el dinero, este cuadro no lo he hecho yo pero te lo vendo como si lo hubiera hecho", admiten entre risas. Adoran el consumismo y la 'american way life' porque constituye buena parte de su creatividad y forma de vivir. Viven en un metarrelato postmoderno que saben manejar. "Los dos descubrimos en la adolescencia a Warhol. Seguir su filosofía es genial para tu tranquilidad mental. Te allana el complejo de ser famoso", señala Alaska. En esta lucha por mantenerse ante los focos, han sabido reinventarse y casi reencarnarse. El resultado es un reality. Muestran su mundo, ofrecen su vida. Les gusta que la gente la conozca.
'Alaska y Mario' regresan con sus historias a la pequeña pantalla. El leitmotiv de esta segunda temporada es su luna de miel por EEUU acompañados por sus amigos. "El viaje ha acabado siendo una excursión de fin de curso. Es una mezcla de 'Porky's', con seis locos por ahí tirados, y si sacan todo lo que hemos comido, también 'Super size me", comenta la cantante. Vaquerizo admite que le hubiera gustado que le grabaran las 24 horas y ambos defienden que ese es su mundo. "Hubiera sido ideal decir que tenemos otra casa y otros amigos, pero no es así". Muchos dudan de cuánto hay de real y cuánto de ficción en el programa. "Todo lo que se ve es real. Lo que se llama ficción es la preproducción, si yo quiero ir a un sitio hay que pedir permisos", argumentan.
MTV estrena este domingo la segunda temporada del programa. La primera edición fue un éxito y le reportó a la joven cadena sus mejores datos de audiencia con casi un 6% de cuota de pantalla. La pareja encontró el canal perfecto para mostrar su vida huyendo -y casi traicionando lo 'warholiano'- de las críticas paralelas si el programa producido por 'El Terrat' se emitía en una cadena generalista. Alaska y Mario viven bajo el concepto de superstar, guiados por esa exaltación trash de las locuras y las emociones. "La televisión es espectáculo. Tenemos que entretener al pueblo". Y ellos lo consiguen. No se les pide más.
José M. Romero
Cubre la información de cine y series para El Cine en la SER y coordina la parte digital y las redes...