Bruselas espera a los ajustes de Rajoy antes de decidir si suaviza el déficit
El comisario Rehn coincide con Juncker en que prefiere evaluar primero las razones del desvío del déficit público (hasta el 8,51%) que se ha producido en España
El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, ha insistido este martes en que quiere evaluar las razones del desvío del déficit que se ha producido en España y las medidas de consolidación fiscal que pretende impulsar el Gobierno antes de decidir sobre una flexibilización del objetivo.
"Primero necesitamos la información completa del desvío durante 2011 y las razones del mismo, después necesitamos la información completa del proyecto presupuestario y de las medidas concretas de consolidación fiscal para este año", ha reiterado Rehn en una comisión interparlamentaria.
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"Una vez tengamos esta información en las próximas semanas, durante marzo, podremos evaluar si España está tomando medidas efectivas para garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas", ha explicado el también vicepresidente de la Comisión Europea.
En una declaraciones a la Cadena SER, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, ha abierto la puerta a la revisión del objetivo de déficit para España, marcado por Bruselas en un 4,4%. Juncker asegura que habrá una solución ante la desviación del déficit público, calculado por el Gobierno español en un 8,51% del PIB.
Juncker ha manifestado su confianza en conseguir avances durante la reunión que va a mantener este jueves con el ministro de Economía, Luis de Guindos. El presidente del Eurogrupo va a pedir a De Guindos que explique exactamente cuál es la situación concreta en la que se encuentra España.
El déficit del Estado superó el 8% en 2011, como había avanzado el Gobierno. En total el 8,51%, lo que significa que apenas se redujo respecto al año anterior. En dinero quiere decir que Estado, comunidades autónomas, ayuntamientos y Seguridad Social se gastaron casi 90.000 millones de euros más de los que ingresaron. Y significa que ese déficit fue 26.000 millones mayor del que se había propuesto el Gobierno.
