Ocio y cultura
Reportaje:

25 años sin Andy Warhol

Mitómano, polémico, excéntrico, amado y odiado, el rey del Pop Art sigue más vivo que nunca después de un cuarto de siglo de su fallecimiento

La obsesión de su infancia con la fama, el éxito y las estrellas de Hollywood se apoderaron de su persona y de su obra, hasta el punto de que terminaría codeándose con ellas, retratándolas y convirtiéndose él mismo en una auténtica estrella.

Retrato de Marilyn Monroe a la entrada de la exposición

Retrato de Marilyn Monroe a la entrada de la exposición

Retrato de Marilyn Monroe a la entrada de la exposición

Retrato de Marilyn Monroe a la entrada de la exposición

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Artista multidisciplinar donde los haya, Warhol abrió la puerta para que la cultura del consumo entrara y se mezclara con el arte de vanguardia. Aunque muchos quieren reducir su obra a la creación pictórica y escultórica, la fotografía y el vídeo, en el que participó como director, productor, e incluso como actor, fueron de gran importancia en su carrera, hasta tal punto que llegó a decir: "El arte ya no me divertía; me fascinaba la gente y quería pasarme todo el tiempo a su alrededor y haciendo películas". Se trata de una parte de su obra que tal vez mejor exprese el contexto vital y artístico de toda su producción.

Warhol estudió diseño gráfico en la Universidad Carnegie-Mellon de Pittsburg, en su ciudad natal, a finales de los años 40 se traslada a Nueva York donde desarrolla una brillante carrera como ilustrador comercial. En la década de los sesenta abandona el diseño publicitario por el arte de vanguardia, comienza a desarrollar su faceta de artista de estudio y director de cine 'underground'.

Son los años en los que funda La Factory, un estudio ubicado en una antigua fabrica de sombreros, que llegaría a convertirse en una auténtica fabrica de sueños. Pronto se hizo famosa por sus escandalosas fiestas y por la presencia de numerosos artistas y gente de la farándula. La Factory llegaría a convertirse en el pequeño Hollywood de Andy Warhol, donde la mezcla de las vanguardias neoyorquinas y el furor desmedido por las estrellas marcarían su propio estilo.

En 1968 Warhol sufre un atentado; Valerie Solanas, una escritora y militante feminista, le dispara seis tiros. Sería el año del cambio. Reubica La Factory en nuevas dependencias, el color plata de la anterior dejaría paso el color blanco, aunque esta no era la principal característica del cambio, el nuevo estudio dejó la locura del pasado para convertirse en una entidad más burocrática y jerarquizada. Nacía el artista más comercial, el productor cinematográfico y el pintor de la alta sociedad. En definitiva, nacía el hombre de negocios.

"Empecé como artista comercial y quiero terminar como artista de los negocios. Después de hacer eso del "arte", o como lo llamen, me metí en el arte-negocio", declaraba el artista en su libro "The pilosophy of Andy Warhol. From A to B and back again".

El artista neoyorquino se convirtió en una máquina de crear dinero, una máquina que siguió funcionando después de su muerte con mucha más fuerza. El año pasado un autorretrato suyo elaborado en 1964 alcanzó los 38,4 millones de dólares en una puja de Christie,s en Nueva York. Unos meses después, el retrato de Elizabeth Taylor, pintado cuando la actriz tenía 31 años, "Liz plateada", se vendió por 26,96 millones de dólares. En 2010, según 'The Economist', las obras de vendidas del artista movieron 232 millones, lo que representa el 17% del volumen total del mercado del arte mundial.

El hombre que quería que todo el mundo pudiera llegar a tener quince minutos de fama, parece que se haya apoderado de esos quince minutos de millones de personas para convertir la suya en eterna. Este miércoles habrán transcurrido 25 años de aquel 22 de febrero de 1987 en el que Andy Warhol falleció en Nueva York. Por muchos años que pasen su estrella nunca dejará de brillar.

 
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