Cabinas y sellos para garantizar el secreto en la votación del nuevo líder del PSOE
Los socialistas extreman las medidas de control para la elección entre Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón
Hacia las 12.30 del sábado empezará la votación de los 956 delegados que tienen que elegir quién será el nuevo secretario o secretaria general del PSOE. Esa votación seguirá un control extremo de la Comisión Electoral para evitar problemas y posibles reclamaciones.
El PSOE ha preparado un sistema de control para evitar problemas durante la votación para decidir si el nuevo líder del PSOE será Alfredo Pérez Rubalcaba o Carme Chacón. La organización pretende garantizar que el voto de los delegados sea "individual y secreto" como rezan los estatutos
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Los 956 delegados tendrán que pasar uno a uno por una cabina cerrada en la que elegirán entre dos papeletas: una con el nombre de Carme Chacón y otra con el de Alfredo Pérez Rubalcaba. En total el PSOE instalará cinco cabinas y cinco urnas. Los delegados se distribuirán en ellas, por orden alfabético, separados por cintas que ordenarán las filas y tendrán que abandonar la sala inmediatamente después de votar.
Esas papeletas llevarán un sello para garantizar que sean válidas. La organización del Congreso tiene preparados varios tipos distintos de sello. Y no decidirá hasta unos minutos antes de que empiece la votación cuál de los tres utilizará.
Con estas medidas el PSOE quiere garantizar que no haya problemas en la votación del nuevo secretario general.
