El Real Madrid olvida las penas en el Sánchez Pizjuán

Después del varapalo del Clásico los madridistas se presentaron en el Pizjuán con más oficio que ganas. Había que ganar para terminar el año comandando la tabla en solitario. Los puntos se ganaron y el objetivo se consiguió. Un Madrid a medio gas fue suficiente para doblegar a un Sevilla voluntarioso pero con poca mordiente (2-6).

Mourinho presentó en Sevilla algunas novedades en el 'once' que jugó frente al Barcelona. Entró Arbeloa por Coentrao y Callejón por Özil, al que Mourinho parece haber señalado con el dedo. La suplencia del alemán huele a castigo. El canterano, que aprovechó cada minuto que el luso le ha ofrecido, ganó esta vez el pulso también a Kaká, que parece haber mejorado pero que sigue sin servirle para ser titular.

El partido arrancó con Navas marcando el paso de un Sevilla atrevido. Los de Marcelino merodeaban el área de Casillas con descaro, pero los blancos, vestidos esta vez de rojo, aprovecharon un contragolpe para adelantarse en el marcador. Un pase al hueco de Di María, que se consolida como el asistente del equipo, lo aprovechó Cristiano Ronaldo para batir a Javi Varas.

Los sevillistas, lejos de asustarse, se crecieron y se instalaron en el campo del Madrid. Navas superó una y otra vez a un Marcelo disperso y Casillas se convirtió en el protagonista de los blancos. El capitán sostuvo a los suyos con dos paradas imposibles.

Cuando el Madrid más asfixiado estaba Di María se inventó de nuevo un pase larguísimo para que Callejón firmase el segundo y devolviese la sonrisa a Mourinho, que vivía con gesto serio en el banquillo el juego plano de los suyos.

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Golpe moral a un Sevilla que no merecía tanto castigo y que vio aumentada la pena pocos minutos después cuando Cristiano Ronaldo sacó toda la bilis que acumuló durante esta semana de críticas y chutó con fuerza desde fuera del área. Gestos de rabia del portugués para celebrar su segundo gol del partido.

Situación idílica para el Madrid, que sin mostrar mucho se hizo con una renta amplia y que esperaba a que llegase el descanso para tomar respiro. Pero antes Pepe quiso poner algo de picante a la segunda parte, que se preveía placentera para el Madrid. El luso, que ya había visto una tarjeta amarilla, golpeó con el brazo a Negredo en una jugada sin demasiado peligro, vio la segunda amarilla y dejó a los suyos con uno menos.

Mourinho, que a pesar de la ventaja, no debía ver las cosas demasiado claras decidió no dejar ningún hueco en la defensa y dio entrada a Albiol. El sacrificado fue Callejón, que una vez más cumplió con nota esta nueva oportunidad.

La segunda mitad arrancó con un Sevilla voluntarioso pero que no creía en la machada y con un Madrid matador. En el minuto 20 de este segundo acto Di María quitó el traje de asistente y se puso el de goleador para firmar el cuarto de los blancos.

Poco después marcó Navas. Demasiado tarde para que los hispalenses pudiesen soñar. Las cosas empeoraron un poco más para los andaluces cuando Manu del Moral vio la roja directa por una patada a Arbeloa a destiempo.

El resto del tiempo fue un trámite ocupado por goles. Los hubo de todas las maneras. Cristiano firmó su 'hat-trick' de penalti. Marcó también Altintop, que había entrado por un Benzema que se había marchado lesionado en la jugada del penalti. El último gol del partido, en el tiempo de descuento, lo hizo Negredo.

Con estos tres puntos el Madrid termina el año líder, con tres puntos más que el Barça, pero con la sensación de que suspendieron el primer examen serio del año.